La lluvia se ha detenido

Cap 17: ¿Enana?

Lydia

Una semana después, las fotos se hicieron públicas. Y nada más y nada menos que Golden J como la imagen de portada de la revista.

La emoción era de esperarse. Recibí cientos de llamadas.

Geidy, de primera, dándome mil veces las gracias. Bruno más tarde, felicitándome. El señor Dorian. Y luego cientos de llamadas más. Decidí pasarle todas a mi secretaria, no creía poder contestar a todas.

—Estamos en la portada, cariño —Grace entraba en la oficina saltando de alegría, detrás de mí. 

Jordan estaba descansando sobre el borde de mi escritorio, una sonrisa de autosuficiencia dibujaba su rostro.

—El mérito fue mío, niñato —le dije, y con mi mano golpeé su pierna para que se bajara.

—Entonces ¿mi físico y personalidad encantadora no tuvieron nada que ver? Dame crédito, nana.

—¿Nana? —gritamos al unísono Grace y yo.

—Sí —respondió tomando un bolígrafo y lanzándolo al aire —. Me advertiste que nada de bebé o nena, pero nana sí. Porque eres enana, aunque lo disimules con esos tacones de aguja —y me hizo un guiño.

Enarqué una ceja, y la mirada de Grace variaba de él a mí, sonriendo.

—Soy la estatura promedio de las mujeres. Pero vale, como quieras — acepté al fin. No tenía sentido discutir —.  Ya ve a descansar. Tenemos una fiesta hoy en la noche con el personal de la revista. En cuanto termine te escojo un traje. ¿Qué harías sin mí?

Cuando desapareció por la puerta, Grace vino hacia mí.

—¿Qué sucede con él? Se está comportando como si le gustaras.

—Son ideas tuyas. Alguien así no se fijaría en mí. Ser coqueto es su profesión. Además, tiene que ganarse el privilegio de usar las tarjetas después de todo.

Me dediqué a hojear la revista. Las fotos eran espectaculares. Su atractivo era notable. No podía dejar de fijarme en todas y cada una de las características de su físico.

—Hola —dijo Grace agitando su mano frente mi rostro —. ¿Adónde fuiste?

—Ah…no, solo mirando…

—Sí, claro. Cualquiera lo haría.