Jordan
-¿Qué le podría regalar que le guste?
-Un auto, tal vez -sugirió Dan y Grace lo fulminó con la mirada -. ¿Qué? Yo te regalé uno y te encantó.
-Porque me gustan los autos, además Jordan le regaló un puto apartamento. Creo que un auto sería bajar los estándares ahora mismo.
Él movió las manos en son de paz.
Seguimos mirándonos unos a otros buscando una respuesta.
-J, ¿estarías dispuesto a proponerle matrimonio?
Me aclaré la garganta sutilmente.
-No lo sé...quiero decir, temo que sea demasiado pronto para ella. En muy poco tiempo hemos hecho muchas cosas juntos. Temo que se agobie y la espante. Tampoco hemos hablado de eso, y también está muy asustada porque los medios descubran nuestra relación.
-Ya veo. ¿Y? No has contestado mi pregunta.
-Claro que quiero, Grace. Lo quiero todo con ella.
-Entonces está hecho. Ese será su regalo de cumpleaños. Vamos a comprarle un anillo tan bello que no le queden dudas al decir que sí.La fiesta debía quedar perfecta. Decidí que la celebraríamos en un hotel de lujo, aunque por supuesto sería privada. Luego había alquilado habitaciones para todos los huéspedes que desearan quedarse.
Me coloqué unas cien veces frente al espejo, mi traje era de color negro y color beige.
La decoración fue colocada en la terraza y era preciosa, largas listas de luces adornaban el tejado del lugar. Los enormes cristales daban vista al mar. Las mesas estaban todas decoradas de color blanco y azul.
Una banda preparaba sus equipos y ensayaba las canciones que tocarían. El catering debía llegar dentro de una hora aproximadamente.
Estaba inevitablemente nervioso. Empezando por el hecho de que tal vez dijera que no enfrente de toda nuestra familia y amigos. Entonces, lo pensé mejor. Le pediría matrimonio luego de que todos se fueran, cuando estuviésemos solos en la suite.
-¿Ya está todo listo? -preguntó mi madre, acercándose a mí. Mi padre la acompañaba con un traje elegante.
-Todo está perfecto -Lucía se acercó y me tomó del brazo -. Será una fiesta increíble, relájate un poco, ¿quieres? Menos mal que tu chofer los traerá porque estás como un flan.
Suspiré y asentí. Solo quedaba esperar.Al bajar del auto, en lugar de abrir la puerta con mis propias llaves, decidí tocar. Para que ella abriera como en las pelis de romance. Pero lo que vi me dejó sin palabras.
Llevaba un vestido de color azul cielo, de mangas trasparentes, adornado con pequeñas flores de color blanco.
Ajustado hasta las rodillas, con una apertura discreta en el muslo derecho. Unas sandalias de tacón alto y de color blanco adornaban sus pies, su cabello estaba lleno de ondas perfectamente formadas y más oscuro que nunca. El maquillaje que usaba era discreto, pero resaltaba sus labios, haciéndolos lucir más grandes y voluminosos.
-Dios...estás...eres...lo más bello que he visto en toda mi vida -me acerqué para que entrelazara su mano en mi brazo -. No puedo creer que seas mía.
-¿Te has visto? Necesitaba verme igual de bien que tú.
Ambos sonreímos y continuamos el camino hacia el hotel. No podía esperar que terminara la fiesta para darle su regalo.
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La lluvia se ha detenido
RomanceLa pasiva y organizada vida de Lydia Frey se ve sacudida cuando le proponen trabajar siendo la representante de Jordan Greg, actor y modelo. Quien pasó de estar en la cima de su carrera, al fondo de esta, provocado por varios escándalos y situacion...