Capítulo 48: Vacaciones merecidas

2 0 0
                                    

Lydia

El estreno de la primera película de Jordan fue todo un éxito. La empresa recaudó miles de dólares solamente en la primera noche. Estuvimos en la gala de presentación todos.
Las grabaciones de Royal habían culminado. Logramos hacerlo en tiempo récord y estábamos muy orgullosos de nuestros méritos. Solo quedaba esperar la edición de esta y el estreno.
Por otro lado, Grace y Dan habían comenzado una relación (ya lo imaginaba desde el día que fuimos al ayuntamiento y ellos estaban con las manos entrelazadas). Pero ahora lo habían manifestado formalmente. Estaban buscando un apartamento para mudarse juntos el próximo mes. Me puse muy contenta por ella, la verdad. Luego de la ruptura con Andrew tiempo atrás, y su posterior muerte, creí que lo mejor que podía pasar era tener a alguien como Dan cuidando de ella.
Ella y yo habíamos planificado un viaje a unas Cabañas al sur. Sería nuestro último viaje de solteras.
Ya habían pasado unas horas desde que debíamos estar ambas en el aeropuerto esperando nuestro vuelo, pero sólo estaba yo. Algo debía haber ocurrido. Tomé una revista que recién había comprado y comencé a hojearla sin mucho interés cuando de pronto escuché el llamado de nuestro vuelo. Decidí subir primero y mientras me colocaba en mi asiento, tomé mi celular y comencé a llamar a Grace, pero no respondía. La tercera vez descolgó.
—¡Hola, cariño! —dijo al otro lado de la línea —. Lo siento por el retraso. En segundos estaré allí.
—Vale —y colgué pensando cómo me había hecho amiga de esta loca. No teníamos nada que ver. Yo llegaba horas antes a todos los lugares.
—Caballero, su asiento es este de aquí — escuché la voz de la azafata que se hallaba de pie señalando el lado de mi asiento y hablando con alguien.
—Lo siento —corregí a la azafata —. Este es el asiento de mi amiga.
—No, este asiento es del señor.
Coloqué mi mano sobre el respaldo del asiento y me impulsé hacia arriba para ver a mi supuesto compañero: Jordan.
Él se quedó mirándome confundido y yo no podía creer lo que estaba pasando.
—Miren —nos mostró el iPad con la distribución de los asientos de primera clase —. Jordan y Lydia. No hay ningún error.
—Dan —dijo él.
—Grace —en ese momento me di cuenta. Ambos habían planeado todo para que Jordan y yo nos fuésemos juntos a las cabañas.
Ya a esas alturas el avión había despegado. Por unos segundos nos quedamos mirándonos tratando de tomar una decisión. O bien abríamos la escotilla y nos lanzábamos al vacío. O bien intentábamos llevarnos bien y disfrutar del viaje. En el fondo sabía que esto era inevitable, solo que ambos éramos muy orgullosos para admitirlo.
—Bien —asentí. Él se sentó a mi lado.
—¿Bien? —preguntó J para asegurarse de que había escuchado correctamente.
—Sí, si a ti no te molesta a mi tampoco. Vamos a pasar un fin de semana como amigos. Porque somos amigos ¿no? —dije y él sonrió.
—Seremos lo que tú quieras.
Y sin más recostamos nuestras cabezas al respaldo el asiento.

La lluvia se ha detenidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora