Cap 26: Un secreto

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Lydia

Me asomé a la habitación de Jordan en silencio. Estaba hablando con alguien a través del teléfono.

—Sí, por supuesto que estaré allí hoy. ¿Alguna vez he dejado de ir? Bien. Nos vemos.

Luego de la hora de almuerzo, se despidió de todos y se marchó con uno solo de sus guardaespaldas.

Decidí seguirlo, necesitaba saber qué ocurría y por qué se marchaba casi a escondidas.

Seguí su auto, manteniendo una distancia prudencial, para evitar que me descubrieran.

Una hora y media después, el auto aparcó frente a una clínica privada. La reconocí de inmediato, lucía de la misma forma que un centro de rehabilitación que había visitado en varias ocasiones con mi padre.

Servíamos de poyo a celebridades que habían caído en el oscuro mundo de las adicciones.

Esperé fuera, con paciencia y al cabo de horas ambos salieron. Jordan tenía el rostro cubierto con una mascarilla cubriendo su nariz y boca.

Además de un gorro. Imposible de reconocer. Cuando observé su auto alejarse decidí entrar a la clínica.

—¡Hola! Buenas tardes —saludé al delgado chico que ocupaba el puesto de la recepción.

—Hola. Buenas tardes. ¿En qué podemos ayudarla?

—Ah, esto… —debía haber pensado qué decir antes de entrar —. Soy la representante de Jordan. Él me envió a buscar algo que dejó. Me está esperando en el auto.

—¿Eres la representante de Golden J? — una voz femenina me preguntó por detrás. Me giré y pude ver una señora mayor de pie en el centro del lobby.

—Sí. La misma.

—Soy Vivian, la directora. Ven conmigo, busquemos juntas en la sala que estaba a ver si aparece lo que dejó.

Caminamos despacio por los pasillos, pude observar salas de hospital, todas muy confortables. Pocos pacientes en estas.

—¿Qué olvidó ahora? La última vez dejó su suéter.

—Creo que hoy fue las gafas de sol. Cabecita loca que tiene… —decidí lazar una indirecta para ver si obtenía la respuesta que necesitaba —. Y entonces…suele venir aquí varias veces al año ¿no? Soy nueva en esto y a veces le cuesta abrirse conmigo.

—Ya veo. Sí, suele venir mucho. Nos ayuda con algunos de nuestros pacientes. Además de las cantidades enormes de dinero que dona anualmente. El tratamiento de eutanasia es algo bastante triste de realizar. Él los ayuda a encontrar alguna esperanza en sus situaciones fatales, y a veces, logra que decidan quedarse con nosotros. Todo lo hace completamente gratis, la única condición es que no haya reporteros.

¿Cómo? ¿Convencía a pacientes de eutanasia que renunciaran el tratamiento? Completamente desinteresado, no por fama, ni dinero. Solo por la simple acción de ayudar. No me parecía real.

Lo único que no entendía era porque no quería esto en los titulares, sería excelente para su reputación. Este chico era bastante raro. Había miles de cosas que debía conocer aún. Trataría de convencerlo de que esto nos ahorraría mucho trabajo. El reto sería explicar cómo me enteré de todo esto. ¡Ups!

La lluvia se ha detenidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora