Capítulo 41: No es mía

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Jordan

Mis manos descansaban dentro de los bolsillos de la chaqueta de cuero. Mamá tardó unos segundos antes de abrir la puerta. Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro. Lástima que no pudiera devolverla.
—¿Está papá aquí? —dije con la voz rota. Ella se percató de inmediato de mi expresión y negó.
—Sabes que estos días termina de noche. ¿Qué pasa, cariño?
No pude articular palabra alguna. Me abalancé sobre ella, la abracé y gruesas lágrimas comenzaron a correr por mi rostro.
—Vamos a entrar y me contarás todo.

Una hora después estaba sentado en el sofá con mi madre. Mi espalda descansaba sobre el respaldo de este, con una jarra de chocolate caliente. Ella a mi lado acariciaba mi cabello y me miraba con preocupación. Por fin, el llanto había cesado y podía hablar.
—¿Ya te sientes mejor? ¿Qué te puso en ese estado?
Suspiré derrotado.
—¿Quién es? —preguntó una vez más. Era evidente que mi estado se debía a una decepción amorosa. O al menos para ella lo era. Nunca me había visto llorar desde que crecí, ni siquiera cuando me frustraba por no haber podido conseguir una audición. En esos tiempos escogía la violencia.
—Eso es irrelevante. Lo que importa es que me enamoré como un idiota de alguien que no es mía...  —di un sorbo a la bebida en mis manos —. Ni lo será — mi madre me miró más preocupada que antes.
—J, te advertí qué conllevaba estar con chicas comprometidas, algún día te iba a pasar esto.
—No tiene nada que ver con esos líos de una noche. Y, a decir verdad, no tengo ni idea en qué momento pasó. No se supone que debía mirarla de otra forma, maldita sea y...
—¿Es Lydia? -me asombré ante la acusación acertada que lanzó.
—No... —dudé —. ¿Por qué dices eso?
—Ay, mi niño. Soy tu madre. Eso se veía venir —dijo sabiendo que con mi pregunta le había confirmado —. Ella es una chica increíble, inteligente, guapa, elegante y de carácter. Sería tonto pensar que no te ibas a sentir atraído por ella. Lo único que no entiendo: ¿Por qué dices que no es tuya? ¿No es soltera?
—No, está con alguien. Y supongo que está enamorada de verdad.

La lluvia se ha detenidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora