Capítulo 39: Noche antes de navidad.

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Jordan

La noche antes de navidad, realizamos un pequeño brindis para celebrar los éxitos obtenidos y de paso, las fechas significativas que venían a continuación. Ya que no nos veríamos entre nosotros hasta enero.
Como el mejor regalo de navidad, recibimos una llamada de Kevin Leroy. Nos pedía colaboración para una adaptación a película de la serie que protagonicé por años: Royal. No podía creer que Dios me estuviese dando la oportunidad de volver al papel que tanto me marcó. Por supuesto que de forma inmediata devolvimos la llamada aceptando. No podía esperar al año nuevo para retomar las grabaciones.
La emoción del momento (y tal vez el efecto del vino que se estaba comenzando a notar) me hacía querer acercarme a la persona gracias a la que pude recuperar mi camino. Pero no podía, además de que habíamos quedado en darnos tiempo, ella no se veía muy bien. Estaba nerviosa e iba de un lado a otro. Apenas miraba en mi dirección. Se limitaba a hacer los brindis correspondientes y nada más.
—Chicos —Lydia se había acercado al círculo formado por Sandro, Dan, Grace, Fred, Denise, yo y alguno de los miembros del staff —. Agradezco poder estar con ustedes en un momento tan importante, pero tengo que irme. Sigan disfrutando y nos vemos en año nuevo.
Antes de partir, me dirigió una mirada y se marchó. Pensé ir tras ella, mas no lo hice. Si ella necesitaba espacio, se lo daría. No sabía bien qué significaba esto y yo también deseaba entender mis sentimientos antes de ir hacia ella. 
Me dirigí hacia el balcón para que el aire frío me diese en el rostro. Necesitaba aliviar la oleada de calor que me invadía. Unos segundos más tarde, Grace me siguió hasta aquí.
—Se fue porque tiene un vuelo dentro de una hora —comentó explicando la partida repentina de Lydia —. Estoy pensando invitarla a pasar el fin de año a mi casa. Así que tranquilo, no le dejaré pasar ese día sola.
—¿Sola? ¿Y su madre? —pregunté confuso.
—¿Su madre? —añadió divertida —. Lydia no pasaría ese día con ella, aunque fuese la última persona en la tierra.
Giré mi cuerpo para quedar frente a mi interlocutora. Ella pareció notar mi asombro y procedió a explicarse.
—Su mamá y ella no tienen una buena relación, J. Creí que lo sabías.
Muchas preguntas cruzaron mi mente: ¿Adónde va? ¿Con quién? El dolor en el pecho me estaba oprimiendo y sentía que me iba a desmoronar en cualquier instante.
—¿De dónde va a salir el vuelo? Me dijiste que, en una hora. 
Grace detalló las coordenadas que necesitaba y sin demorar un segundo más salí corriendo hasta mi coche. Pensé en Lydia y en el fondo sentí que toda su forma de actuar en la noche, ignorarme y evitar contacto visual se debía a que se sentía culpable por lo que había ocurrido. Cada minuto que pasaba más me convencía de que iba a ir hasta Bruno. No podía permitir que subiera a ese avión sin hacerle saber lo que sentía.

La lluvia se ha detenidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora