La galaxia en llamas

What if 2

"Saber donde propinar tu golpe, de modo que cause el mayor daño con la mínima fuerza, es la clave de toda victoria bélica"

Emperador de la humanidad

Hace tiempo tuve un sueño, uno que quise hacer realidad durante mi estadía, unificar a toda la raza humana bajo mi mandato y llevarla a una edad dorada donde ni la enfermedad, peste, muerte y destrucción la alcanzase sin importar a quien enfrentase, quería ver a mi gente en la gloria de todo el mundo.... que incrédulo fui, guíe al imperio en una guerra exitosa contra los orkos, hombres bestia, reyes funerarios, condes vampiro, traje la paz al imperio, gane reputación y alianzas con los élfos, enanos, brettonianos, por poco lo hago con los cathayanos, pero tenía que llegar el emperador.

Fui un incrédulo al creer en sus palabras de esperanzas futuras, la humanidad en la gloria, paz, prosperidad, ahora sabía de donde venía ese impulso hacia la humanidad.

Pero poco a poco, año tras año, descubrí que el emperador no era digno de ser un rey, terco en la toma de decisiones, incapaz de aceptar alianzas xeno beneficiosas para su gobierno, purgando inocentes en cruzadas genocidas perpetradas por mis hermanos, pérdidas innecesarias, recursos destruidos, incompetentes al mando, ¿Qué clase de rey era este?.

Mis temores se hicieron realidad cuando me mostró la telaraña Aeldari, la verdadera función de nuestra existencia, éramos solo herramientas de un solo uso para un futuro egoísta en el que nunca estaremos presentes, trate de dialogar por los inocentes, por aquellos que no sabían nisiquiera de qué trataba esta guerra, pero mis palabras jamás fueron escuchadas.

Cuando decidí que esto era un motivo innecesario de mi presencia, volví a mis orígenes, descubrí con horror que el reino al cual cuide con tanto aprecio estaba en las últimas, los enemigos del caos, muerte y destrucción habían causado estragos en mi mundo, hice lo posible para salvarlos, pero ya era demasiado tarde, la guerra culminó con el fin de mi mundo y la victoria del caos.

Con el tiempo y tras miles de sucesos, logré reconstruir mi imperio, le di nuevas esperanzas a mi gente de traer la paz, guerra tras guerra las posibilidades estaban a mi favor, lo tenía todo, aliados, ejércitos, infraestructuras, economía estable, pero como si de una maldición se tratase todo se hizo polvo, polvo hecho por el emperador al traerme devuelta a su sueño, alejándome de mis éxitos, mi nombre, mi vida.

Confinado en un lugar donde el tiempo y espacio jamás fueron revelados, mi mejor amigo era oscuridad y los recuerdos del pasado glorioso que alguna vez tuve.

Hasta que un día, regreso ese falso rey con una propuesta, terminar mi tarea como herramienta en una era de caos y muerte bajo amenaza de muerte, no tuve otra opción.

Al unirme a sus líneas nuevamente no era nadie para todos, nadie sabía quien era o lo que alguna vez fui, pero yo solo quería terminar con este infierno de una vez, luche contra horrores inimaginables, xenos únicos y peligrosos, demonios de gran poder, bestias irreconocibles de lo desconocido, amenazas que debían ceder ante mi bajo la esperanza de proteger a esta humanidad, poco a poco todos supieron mi identidad, un fantasma de tiempos pasados, el rey caído, Sigmar heldenhammer.

La esperanza se manifesto rápidamente con la caída de múltiples enemigos xeno, los demonios temían mi nombre y las bestias cedian ante mi martillo, este era mi propósito, proteger la raza humana, defender al inocente, acabar con el tirano, pero mis temores de que todo fuese en vano seguían en pie.