Capítulo 76: Duelo de Cazadores

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Desde el inicio de los tiempos todo ser vivo desarrollo un deporte vital para la supervivencia de su especie, la. caceria, usada principalmente usada por los depredadores más formidables en la galaxia para mantenerse alimentados en cacerias de presas, obteniendo una fuente de alimento constante, desarrollando y evolucionando métodos de caceria más efectivos, trampas con cebos, emboscadas, herramientas de caceria, camuflaje e incluso relaciones simbióticas con otras especies a manera de mejora.

Pero sin duda alguna, la especie humana decidio que cuando el valor nutricional de la presa es mínimo no valía la pena, más sin embargo, lo que realmente valía la pena era esa sensación, la adrenalina, la fuerza, la sensación de cazar su presa como trofeo ante los demás, no todos podrían igualar semejante acto, solo los más expertos podrían hacer semejantes hazañas, las más míticas hablaban de cazadores de dragones terranos, pero cuando el humano zarpo a las estrellas sus fronteras para llevar este deporte consigo mismo fueron al extremo, ahora había todo tipo de especies xeno que ofrecían experiencias varias, bestias sin igual en tamaño, forma, colores y un abanico de habilidades genéticas capaces de hacer de esa una experiencia inolvidable.

Quien mejor en esto que el propio León de Kaliban, Lionel Johnson, primarca de la legión de los ángeles oscuros, criado en un planeta lleno de bestias inigualables cuya fuerza era capaz de destrozar humanos en cuestión de segundos, pero esto solo llevo al ángel en una experiencia que lo hacía sentir ser el apex predator del planeta, cazo bestias de inmenso renombre xenos, enfrentó amenazas sin igual, incluso se rumoreo que llegó a disfrutar su enfrentamiento con los Rangdan en el xenocidio de esta especie xeno hace algunos años, su fama de cazador era inigualable e incomparable, nadie jamás imaginó que un día, el. cazador sería la presa de una raza especializada hasta tal punto de crear una cultura en base a este deporte.

Ubicado en un mundo ex Aeldari exodita, la legión de los ángeles se encargaba de asesinar sin piedad los restos de un equipo de invasión arácnida enviada en asteroides, su poder era de tal magnitud que aquellos Aeldari fueron liquidados rápidamente gracias a la experimentacion con genes zerg, superando los poderes disformes tan característicos de su raza, aunque algo era bien sabido por toda la legión del primarca, líonel tenía el mismo odio a los xenos igual que su padre, por lo que no le importo liquidar a los últimos exoditas restantes en el planeta y en caso de que el manto llegase para investigar diría que cuando llego, todos habían muerto ante la amenaza externa, le había funcionado varias veces.

La batalla dejó mucho que desear, basaron un par de disparos con armas de luz sólida terran, armas prometeo robadas al manto y un par de inhibidores psionicos para acabar con ellos, Lionel esperaba más de estos seres, los aborrecia, de eso no había duda alguna, pero había algo en especial cuando cazaba xenos, la adrenalina de sentir que en cualquier momento podría morir igual que en Rangdan, sentir que lidiaba con presas más que capaces de eliminar a sus hijos, cazar la presa ideal con la cual aumentar su orgullo, pero esos días acabaron hace mucho, había alguna que otra especie que llenaba ese vacío, como los Rancor de Dathomir cuando combatio a las hermanas de la noche y extinguio su orden al completo, demonios del caos en incursiones hacia mundos bajo su protección, las emboscadas en Geonosis durante su anexión al imperio conjunto a clones del general Ploo kon, los gusanos Mgalekgolo durante los enfrentamientos covenant, duelos a muerte con los honorables Sangheili que osaron juzgar su fuerza en la batalla del sistema Sanghelios, ganándose el apodo del cazador demoníaco.

Todas sus experiencias pasadas le ayudaron a saber como pelear con aquellas bestias y dignos xenos, probando el poder de su espada incrustada en su corazón alienigena, deseaba tener un duelo digno de su renombre, y como lo dijo un sabio de hace milenios, cuidado con lo que deseas.

Aquel día, la legión de los ángeles oscuros decidió descanzar en aquel planeta para reabastecerse y seguir con el viaje, la flota por cuestiones militares se fracturó en 3 flotillas, 1 de defensa planetaria, otra sería enviada para cubrir el frente separatista y la última fue enviada a los astilleros del mundo forja Graia para su reparación ante incontables viajes, en tierra el planeta estaba hecho en su mayoría de bosques llenos de vida albergando incontables ecosistemas de organismos únicos, por otra parte, los mares y ríos gozaban de una diversidad biológica inigualable, la vida se había desarrollado con belleza única, había lugares donde sin importar donde se observase la fauna del planeta dejaba una estela de belleza y hermosura con la cual los auxiliares de la legión quedaron cautivados, algo que para mal gusto de Lionel, impedia con eficiencia el reabastecerse para zarpar al amanecer.

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