.2025.

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Al contar con pases VIP nos saltamos las colas cosa que agradezco bastante sobretodo después de haberme pasado varios días seguidos trabajando en la galeria de arte, me encanta mi trabajo no lo voy a negar pero esta semana llega una nueva colección para ser expuesta y mi jefa me ha tenido trabajando horas extras.

Más dinero me viene genial ya que estoy ahorrando para poder mudarme con la niña a una casa propia, no voy a mentir que me aterroriza irme a vivir sola y ser la que se encargue de Violet las veinticuatro horas del día pero soy su madre a pesar de tener diecinueve años, yo soy la responsable de esa pequeña niña de ojos color miel.

Todos vamos vestidos con camisetas de la banda, mamá me obligó a ponerme la mía, me negué a que me pintaran la cara. Es gracioso ver a la abuela de Oli llevar escrito en la frente el nombre de su nieto, sé que le hace mucha ilusión que su pequeño haya triunfado. La familia se alegra de su éxito, siempre fue su sueño y nos hizo partícipes a todos, los Anderson-Thomas no se perdían un recital de Oli al igual que tampoco se quedaban cortos a la hora de alagar uno de mis dibujos.

Somos una pequeña piña.

Uno de los motivos de mi silencio es precisamente no terminar rompiendo la unión entre las dos familias, pero mi hija tiene derecho a tener relación con su padre y si este no quiere siempre podemos seguir fingiendo que soy la única figura parental de Violet.

No nos ha ido tan mal de momento.

Quitando las noches en vela y los vomitos puedo decir que Vi siempre a sido una niña adorable desde la barriga.

Después de los teloneros que son un grupo de chicas jóvenes que cantan música electrónica las luces de todo el estadio se apagan, el concierto es en el estadio de fútbol de la ciudad.

Se hace un silencio hasta que una luz roja brota del suelo del escenario dejando a la vista cinco sombras, reconozco su cuerpo a través de la oscuridad. Podría reconocer a Oliver en cualquier lugar, mi cuerpo siente ese cosquilleo después de tanto tiempo.

Las lágrimas quieren brotar de mí pero no las dejo, estamos muy cerca del escenario, casi parece que pueda alargar el brazo para llegar a tocarlo.

Gritos se escuchan cuando el cantante empieza a hablar, Oliver sonríe a todo el mundo y empieza a presentar al resto de sus compañeros. Tiene la sonrisa que hacía que me temblaran las piernas cuando era más joven, pero noto que hay algo en su mirada que no terminas de cuadrarme con mi mejor amigo.

The Last Wish canta todo el repertorio de canciones de su disco, no puedo evitar derramar alguna lágrima con ultravioleta, se me permite ya que soy una sensiblona desde que soy madre. Deben ser las hormonas que tuve en el embarazo que nunca abandonaron mi ser.

-Bueno chicos y chicas.

Al escuchar su voz ronca a causa de haber estado cantando hace que una extraña sensación se instale en mi pecho, Oliver siempre representará la palabra hogar para mí. Esa voz, esa sonrisa y ese brillo en los ojos siempre me hará sentir agusto porque el corazón tiene una memoria demasiado selectiva cuando quiere y relaciona todo lo que tiene que ver con Oli con algo bueno a pesar del daño que me causó en el pasado.

Le quiero, le quise y le querré pero debemos tener una conversación.

-¿Os gustan las sorpresas? *grita*

Todo el público empieza a gritar la respuesta que es un "sí" rotondo.

-Este concierto es demasiado especial para mí, estoy en casa. Mi familia está entre el público *ríe* demonios abuela leo mi nombre en tu frente desde aquí.

Por un segundo hace contacto visual conmigo pero rápido aparta la mirada para unirla con su madre.

Duele, duele mucho su indiferencia pero esto no trata de mi, me repito que lo hago por Violet.

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