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Después de la boda todo sigue su curso, los primeros días tengo algo que podríamos definir como resaca emocional. Lloro por todo o todo me hace especial gracia.

Tengo los sentimientos entremezclados.

Con todo esto de ayudar a mi hermana a organizar la boda había descuidado un poco la galería y la nueva exposición.

He quedado esta mañana para desayunar con Jadson y ultimar los últimos detalles, vamos a la cafetería que hay junto al edificio de la galería.

Es una bastante conocida en esta zona, solía venir con Ava muchas tardes a estudiar o más bien a hacer que estudiábamos.

He hablado con la dulce pareja que se disculpa por no poder asistir finalmente a la boda, Luisa está bastante estresada con un trabajo final de diseño de moda que parece que se le estará atragantando a la española.

Tiene que hacer una colección completa de ropa.

No envidio la vida universitaria de la pobre Luisa.

Me siento en una de las mesas mientras espero a Jadson, me pido un capuchino y abro el portátil para revisar mi agenda.

Hoy tengo cena familiar en casa de mis padres y dentro de tres días es la inauguración por lo demás todo está bastante tranquilo.

Hasta las dos de la tarde no tengo que ir a por Violet a la escuela así que ahora mismo tengo unos segundos para mí así que me pongo a cotillear las redes sociales.

Veo una foto de las nuevas esposas en la una playa del caribe que es donde han decidido pasar la luna de miel, les pedí que me llevaran con ellas pero obviamente se negaron.

Deslizó un poco más y llego al perfil de Angie esta mujer es adicta a Instagram desde que la enseñé a poner filtros en las fotos. A subido un carrete con fotos de la boda, deslizo para verlas y me quedó helada cuando veo una en la que salimos Oliver y yo caminando hacia el altar.

En la foto mientras yo miro al frente sonriendo Oliver me está mirando a mi, pero no con una cara de asco precisamente me está mirando como solía mirarme antes.

Ese brillo en sus ojos y su media sonrisa le enmarcan el rostro, se me erizan los bellos de los brazos y las mariposas vuelven a surcar mi estómago libremente.

Bebo un trago de café esperando ahogarlas.

Automáticamente me guardo la foto en el ordenador.

Las campanitas de la puerta tintinean anunciando que alguien acaba de llegar, veo a mi compañero de trabajo entrar como siempre sonriendo. Este hombre siempre parece feliz y tiene un aura de optimismo que a veces me desespera pero no puedo evitar sonreír.

He extrañado a este hombre más de lo que me gustaría admitir en alto.

-Buenos días lady Thompson.
+¿Me permite acompañarla?

Me río ante su ocurrencia, es un cabeza de chorlito pero consigue mejorar mi día solo con su presencia, el recién llegado deposita una rosa roja en la mesa y una caja envuelta.

-¿Y esto? *pregunto*

-Un detalle para mi rubia favorita.

Así que recuerda todo lo que me dijo por teléfono la última vez que hablamos, no puedo evitar que las mejillas se me sonrojen.

¿Me pedirá tener una nueva cita?

Abro la caja envuelta en papel dorado descubriendo una pulsera fina de plata con una letra V en medio, me emociona recibir este regalo porque cuando eres madre temes que los hombres te rechacen por ello.

Pero no, Jadson me acepta con niña incluida y a más quiere formar parte de la vida de Violet, quiere mucho a mi hija y eso hace que gane muchos puntos contigo.

-Es preciosa Jadson, no sé si puedo aceptarla.

-Claro que la aceptarás igual que aceptarás tener una nueva cita conmigo.

Creo que ahora mismo debo ser un tomate con patas pero no puedo evitarlo, me hace sentirme como una maldita adolescente.

Las campanitas de la puerta vuelven a sonar, Delia entra a la cafetería acompañada de su hermana pequeña van directas hacia el mostrados así con suerte no me habrán visto.

No me apetece tener que verla a poder ser no quiero verla nunca más en mi vida pero sé que es imposible porque la banda todavía no se ha marchado de la ciudad, tienen que actuar en la inauguración.

Dejó que Jad me ponga la pulsera y después de agradecérselo de nuevo empezamos a trabajar, noto la mirada de la arpía sobre mi pero la ignoro. No merece ni un segundo de mi tiempo, ya no estamos en el instituto no debo temerla por ser la capitana del equipo de animadoras.

Ahora mismo nadie sabe quién es Delia Moore más que por ser la novia de Oliver, no sé a creado una propia identidad y casi me compadezco de ella hasta que a tenido que abrir su boca para dirigirse a nosotros.

-Vaya Lila no me habías dicho que tenías pareja.

¿Perdón? ¿Se ha golpeado la cabeza?

-Más que nada es porque no te incumbe.

Sonrío a su hermana que es bastante simpática trabaja en el supermercado y siempre le da una piruleta a Violet cuando hacemos la compra semanal.

-Vamos Lil, somos casi familia deberíamos quedar y ponernos al día.

Jadson me mira como esperando a que lo presente y como no lo hago el solito lo hace.

La tiende la mano a Delia.

-Jadson Parker, compañero de trabajo de Lila.

Delia le dedica una mirada coqueta antes de apretarle la mano, está haciendo lo que lleva mucho tiempo haciendo y es intentar arrebatarme lo que es mío pero no se lo voy a permitir.

Poso mi mano sobre la mano libre de Jadson y le dedico una mirada dulce.

-Voy a por otro café, ¿quieres algo más guapo?

Jadson a pillado al vuelo lo que estoy haciendo así que me sonríe de vuelta y veo que aguanta un poco la risa.

-¿Me traes un batido verde, rubia?

Asiento antes de levantarme de la mesa para pasar por al lado de Delia, le dedico una mirada poco agradable antes de ir hacia el mostrador.

-Espera un momento...

La voz chirriante de Delia vuelve a sonar.

-Eres Jadson Parker, ¿El mismo Jadson Parker de la galería de arte Claro de Luna?

Mierda y más mierda.

Me giro para mirar a Jadson mientras este le asiente a la morena, veo su mirada triunfal en sus ojos a vuelto a ganar de nuevo.

Acaba de descubrir que trabajo en la galería donde la banda de Oliver va a actuar.

Va un paso por delante.

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