.2023.

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Escucho la madera del banco crujir.

Ahora mismo me debato entre fingir que no sé qué Oliver está allí fuera y esperar a que se marche para luego volver a la sala de actos o salir del cubículo y enfrentarme a mi mejor amigo.

No hemos podido hablar de nuevo sobre mi extraña broma y pienso correr un tupido velo sobre las últimas horas de mi existencia pero sería de muy mala amiga no averiguar lo que le ha conducido a dormir en un banco.

-Lila sé que eres tú.

Vaya a sido más fácil de lo que pensaba decidirme.

-Eres la única majareta que se levanta para ir al baño a las tres de la madrugada.

Termino de hacer mis cosas, tiro de la cisterna y abro la puerta repleta de pintadas para encontrarme de frente con esos ojos color miel que me erizan la piel.

-Perdón por tener incontinencia *le suelto*

Ante su atenta mirada voy hacia el lavamanos, apreto el dispensador de jabón y el ruido del agua es lo único que se escucha en la habitación.

-¿Recuerdas a Summer? *suelta*

La mención de mi prima ahora mismo me deja trastocada por eso tardo en contestar.

-Claro que la recuerdo es mi jodida prima segunda.

Uno mi mirada con la suya, sé que le ha echo gracia mi comentario pero su expresión sigue sería, no tiene su brillante sonrisa de siempre.

-¿Recuerdas que pasó con ella esas vacaciones?

Si, quisiste acostarte con ella pero te pusiste tan nervioso que saliste corriendo medio desnudo y tuve que sacarte arrastras de la habitación al día siguiente.

Pero no le digo eso.

-Me hiciste jurar que nunca más mencionaría esa noche.

Lloriqueó como un bebé hasta que le prometí que no le contaría a nadie su pequeño percance, tenía quince años no le culpo era un niño todavía.

Un momento...

No puede ser....

Que alguien me pellizque...

-No me jodas Oliver *le digo*

Mi mejor amigo se sienta en el banco donde hace un momento dormía y se tapa su bello rostro con ambas manos, como instinto me apresuro a sentarme junto a él y lo rodeo con mis brazos.

Vale que me alegre de que no se hayan acostado pero no soy tan mala amiga como para alegrarme del sufrimiento de mi amigo.

-Lo siento mucho Oli.
+¿Quieres contármelo?

Se pasa una mano por el pelo ya se revuelve su cabellera color azabache, me encantaría hundir mi mano entre esas hebras. Dejo de fantasear porque ahora mismo Oli necesita que centre toda mi atención en su problema amoroso.

-Me quedé bloqueado *dice*

Suspiro y me limito a frotarle la espalda con una mano mientras que con la otra le acaricio la rodilla, no se que decirle yo tan solo me he dado un par de besos a lo largo de mi corta vida.

Mi primer beso fue con Jacob Jensen, un chico que compartía clase de francés en segundo año. No duró más de un par de segundos y lo único que recuerdo es que su boca era demasiado babosa.

Estoy segura de que los labios y la boca de Oliver no serían para nada desagradables pero estoy resignada a que jamás los probaré.

De repente mi amigo se pone de pie y me mira con los ojos demasiado abiertos, parece que tiene un pensamiento en su cabeza y algo me dice que no me va a gustar nada.

-Vale Solecito, necesito tu ayuda.

Trago saliva pero se me queda atacada en la garganta así que comienzo a toser.

-Miedo me das. *consigo decir*

-Creo que debemos acostarnos juntos.

Joder, ahora sí que toso.

Todo el oxígeno de mi cuerpo me ha abandonado, debo de estar en un sueño y todo esto solo está sucediendo en mi cabeza.

Oliver no acaba de decir esto.

Solo estoy dormida así que debo despertarme.

Vamos Lila concéntrate en despertar.

-Por favor Lil, dime algo.
+Joder parece que te vaya a dar un infarto.

Mi mejor amigo me sostiene por los hombros y me obliga a mirarle a la cara, intento pensar pero mi mente va más rápida que yo. No puede estar pasándome esto a mí, tantos años soñado con esto y que sea le propio Oliver quien me lo proponga. Debe ser una jodida broma.

-No tiene gracia Oliver, si es una venganza por la broma que te he gastado antes ya puedes empezar a reírte.

Espero paciente, de verdad espero a que suelte esa carcajada cantarina que siempre le ha acompañado, su risa siempre a sido melódica quizás porque es cantante pero a mí siempre me ha gustado oírla. Desde niña la he buscado, hacía de todo para que mi amigo se riera sobretodo en los momentos en que más lo necesitaba.

-Lila, por favor escúchame atentamente.
+Es una idea brillante, no siento vergüenza contigo.

Bueno me alegra escuchar eso.

-Porque no estoy enamorado de ti de verdad.

Golpe bajo para mi ego.

-Creo que es una mala idea Oli, será mejor que vuelvas a dormirte y ya maña....

No puedo terminar la frase porque Oliver estampa sus labios con los míos, como esperaba sus labios son suaves y carnosos.

Podría morir ahora mismo y lo haría muy feliz.

Obviamente le sigo el beso ya que sé que me voy a arrepentir de esto pero eso será problema de la Lila del futuro, prefiero tenerlo así a no tenerlo nunca.

Le acaricio la nuca con mi mano libre y Oliver me agarra por la cintura, después no sé cómo terminó sentada sobre su regazo.

Las mariposas vuelan libre por mi estómago, ya no podré retenerlas nunca más. Son ellas las que mandan ahora sobre mí por eso solo me separo de Oli para poder coger aire.

-¿Entonces vamos a hacerlo? *dice*

La voz de Oliver suena ronca, casi parece afectado por el beso, quizás solo quizás puedo ilusionarme y creer que este beso le a sorprendido tanto como a mí.

Joder, después de esto nunca podré superar lo que siento por Oliver.

Lo he probado y no pienso dejarlo escapar.

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