.2027.

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En mi vida pensé que estaría más pendiente de que mi hija no termine cubierta de salsa de tomate hasta la coronilla antes de Oliver.

Siempre fue mi propiedad durante toda mi vida, solo lo veía a él. Eso a cambiado y no me había dado cuenta hasta hora, esta niña es todo mi universo.

Podría haber sido una cena incómoda pero para nada porque me río con los chistes de Jeremy, ayudo a mamá con algunas cosas que todavía faltan de la boda y comento con Sie cosas sobre la despedida de soltera que tuvimos el mes pasado.

Fuimos a un karaoke no diré más.

Me siento bastante cómoda sobretodo si no miro hacia mi derecha donde está sentada la pareja, Oli no ha dicho ni una sola palabra en toda la cena.

-Mami...¿porque me mira tanto ese señor? *susurra*

Lo de susurrar es una mera formalidad porque la verdad es que mi hija dice esto tan alto que todo el mundo puede oírlo con claridad, miro hacia su dirección para ver a qué se refiere y observo como rápido Oliver aparta la mirada de la niña.

-¿Quieres un poco más de helado, cielo?

Usar la carta del helado es algo que no debería hacer pero soy una mala madre en estos momentos, le sirvo un poco más de helado de fresa a Violet en su copa y rápido se olvida de su pregunta para comenzar a devorarlo.

Justo cuando voy a empezar a comer de nuevo suena mi teléfono móvil, en otras circunstancias no lo cogería pero es Jadson el que me llama.

-Disculpar un momento.

Acaricio la cabeza de mi hija cuando me levanto para alejarme de la mesa, cojo la llamada cuando estoy bastante retirada de la familia.

-Hola bonita, ¿qué tal la cena?

¿Bonita? Jadson nunca me había llamado así pero acepto el alago aunque sé que no puede verme.

-Bastante peculiar, ¿que tal tu por allí?

-Echando de menos a mis dos rubias.

Vale.. este hombre está siendo demasiado sincero.

-¿Jadson has bebido? *digo*

Escucho un breve risa acompañada de un hipo, me muerdo los labios para no unirme a esa risa.

-Estoy celebrando algo.

Intrigada espero a que hable pero solo escucho como se despide de alguien, parece que esté en un bar porque se escucha bastante alboroto de fondo, suena una canción que ahora mismo no consigo recordar como se llama pero que está últimamente en la radio.

Un momento....

Sé quién canta esa canción.

-¿Se puede saber qué celebras Jad?

Nerviosa empiezo a tamborear con el pie contra el suelo de madera del gran salón, si no tuviera la manicura echa estaría mordiéndome las uñas.

-Acabo de cerrar un trato, ya tenemos grupo para la inauguración.

-Déjame adivinar...

-THE LAST WISH *hablamos a la vez*

Maldita sea mi suerte.

Eso significa que no me libraré de Oliver una vez la boda finalice, va a quedarse más tiempo y eso es peligroso porque cuanto más tiempo esté aquí más fácil será que termine descubriendo que es el padre de Violet.

Alguien puede irse de la lengua, puede ver que tiene el mismo color de ojos que él o esa peca en forma de corazón. Si Jeremy pudo adivinarlo Oliver también, fue mi maldito mejor amigo durante más de una década.

Me conoce mejor que yo misma.

-No sé si me convence Jad....

-En cuanto vuelva a la ciudad lo celebraremos bonita, no puedo esperar a tener una cita de nuevo contigo.
+Sueño con en momento en que dejes que te de un beso.

Se me sonrojan las mejillas y me río ante sus últimas declaración el alcohol está haciendo mella en el, casi no puedo entender lo que dice porque habla arrastrando las palabras.

-Lárgate a dormir Jadson, huelo el whisky desde aquí.

Se ríe y me desea buenas noches antes de colgar.

Vuelvo a la cena con una extraña sensación en el estómago, siento calidez cuando pienso en el moreno de ojos verdes.

Jadson es un desastre pero es un gran hombre.

La primera vez que lo vi sentí que se me giraba el estómago, era muy atractivo la verdad. Todo el mundo se giró para mirarlo como si las obras que colgaban de la pared ya no fueran suficientes porque que la verdadera obra de arte era el.

No pensé ni por un segundo que él pudiera fijarse en mi, estaba recuperándome todavía del peso ganado en el embarazo, la mitad de las veces iba sin peinar a la galería. Luchar con un bebé de un año y medio era muy duro pero él siempre me alagaba diciéndome que le parecía la mujer más guapa del mundo.

No le creía porque eso es lo que pasa cuando no te eligen por primera vez que después crees que nunca más podrás ser elegida.

Tomo asiento junto a mi pequeña y puedo ver el brillo travieso de Sienna cuando me mira, sabe con quien he hablado pero no hace comentarios al respecto.

-¿Va todo bien cielo? *dice mamá*

-Solo era una llamada de trabajo.

Intento quitarle hierro al asunto pero parece que mi madre no piensa hacer lo mismo.

-Era ese chico...
+Como se llama? ¿Jaxon?

Me muerdo el labio para no reírme.

-Jadson mamá, se llama Jadson.

Mi madre pone cara soñadora, debe estar ya planeando la boda de su otra hija en su mente. Está deseando que encuentre alguien desde que le conté lo del padre ficticio de Violet siempre ha insistido en que debo encontrar a alguien.

-Me gusta ese chico. *dice papá*

Genial ahora todos van a opinar sobre mi vida privada.

Levanto la mirada de mi plato para mirar a Oliver, parece bastante incómodo, se rasca la nuca y tiene los hombres tensos.

-Es un buen chico si. *digo*

-Quiere mucho a Violet. *dice mamá*

Se escucha una tos como si alguien acabase de atragantarse, miro hacia mi derecha de nuevo y veo a Oliver beberse de un trago la copa de vino mientras Delia le da golpes en la espalda.

Jeremy observa la situación con una sonrisa burlona en los labios, a veces ese pelirrojo me da miedo.

-Jadson es mi papá.

Ahora la que tose soy yo.

Maldita sea esta niña va a conseguir matarme, los ojos de mi madre se abren como platos cuando mira a su nieta. Papá se pasa las manos por la cara mientras mi cuñada y mi hermana intercambian una mirada cómplice.

Intento hablar pero las palabras se quedan atascadas en la garganta.

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