.2027.

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Agarro del brazo a mi acompañante para resguardarnos tras unas macetas, Jadson no da crédito a mi inesperada locura pero ahora mismo no tengo tiempo de responder las preguntas que me lanza.

-Calla un segundo, necesito escuchar.

A unos metros tengo a Hugo Lago el manager de Oliver acompañado como no de la señorita Delia Moore.

Los dos parecen estar teniendo una acalorada discusión en la que mi mayor enemiga no para de recriminarle algo a Lago.

-No sabía que esos dos estaban liando.

Le hago un gesto de nuevo a Jadson para que guarde silencio, estoy intentando averiguar si están liados o no pero con su palabrería no puedo oír nada.

Abandono a Jad tras las macetas y avanzo un poco, bajo unas escaleras que ya dan a los jardines y me escondo tras un seto, me siento totalmente una agente secreta o una acosadora loca pero prefiero quedarme con la primera opción.

Ahora más cerca puedo oír como Delia le dice a Lagos que ya no puede más, que está harta de todo esto.

Vamos Delia, dime que es todo esto...

-Está claro que él quiere volver con esa estupida mamá lechera, hace semanas que no duerme conmigo.
+Ni siquiera me ha tocado en todo ese tiempo.

Eso eso Delia, sigue hablando a pesar de que quiera acabar contigo porque algo me dice que la mamá lechera soy yo.

-Ya lo hablamos, tienes que seguir haciendo tu papel hasta que firmemos el contrato del año que viene.
+Necesito que Anderson firme, es el último que queda.

¿Que firme que?

-No va a firmar Hugo, date cuenta de una vez que él no va a abandonar a esa y a su pequeño demonio rubio.

Me aprieto las manos contra los muslos clavándome las uñas incluso reprimiéndome saltar encima de esa arpía, pienso arrancarle la cabeza en algún momento por llamar de esa manera a mi hija.

Lago agarra del brazo a Delia y la pega más a él, el hombre tiene una cara de estar en otra realidad distorsionada, casi siento lástima de Delia...

Delia pega su boca contra la de Lago.

Vale, no e dicho nada.

-Es el momento de que lo nuestro salga a la luz, estoy cansada de hacerle creer que estoy enamorada de él.
+Hugo sabes que llevo toda la vida enamorada de ti, desde que era una niña.

Lago agarra las mejillas de Delia y le limpia las lágrimas que estaba deslizando ya por sus mejillas.

-Fresita, necesito que hagas esto último por mi.

Ahogo una arcada ante el mote absurdo por el que llama ese hombre de alta edad a una chica que podría ser su hija.

Los dos se dan la vuelta para volver a la fiesta y es el momento de que yo abandone mi posición, deshago el camino y vuelvo con Jadson que está ahora hablando con una vieja amiga de su madre.

Parece que se cansó de esperarme.

Necesito ponerle una excusa y salir corriendo de vuelta a casa a contarle todo a Oliver, maldita mi suerte que siempre me pone en esta encrucijada con este hombre.

Me toca de nuevo contarle un secreto de su novia, bueno esta vez prometida.

Una parte de mi confía en que esta vez si me creerá pero otra no puede evitar sentir miedo de que la elija de nuevo a ella.

Sobretodo cuando descubra toda la verdad.

Voy junto a Jadson y le hago un gesto para que vuelva de nuevo conmigo a los jardines, no me quiero encontrar de cara con la tenebrosa pareja de villanos.

Vale, quizás leo demasiados libros a mi hija y ya me creo que estoy salvando a caperucita del lobo.

Jad tan elegante como siempre se despide de la mujer y me cede su brazo para ayudarme a bajar las escaleras, caminamos unos metros en silencio mientras busco la manera de sacarle el tema de que tengo que marcharme cuando hace nada que hemos llegado.

-Jad...

-Lila...

Los dos hablamos a la vez.

-Perdón, habla. *le digo*

Me guía hasta un banco de piedra y los dos tomamos asiento, mis piernas no paran de moverse y él nota mi nerviosismo y posa una de sus manos en mi rodilla.

-Llevo toda la noche tratando de decirte algo, pero te has vuelto loca y has desaparecido.

-Si... puedo explicártelo...

Me hace un gesto con la mano para que guarde silencio.

-Déjame que te diga esto, si no sé que no me voy a atrever.

Su mano abandona mi rodilla para coger la mía, me mira con esos ojos que harían que cualquier mujer se derritiera.

Parece nervioso algo extraño teniendo en cuenta que es un hombre muy seguro de sí mismo, intenta aguantarme la mirada pero le cuesta.

-¿Qué pasa Jadson?

Coge aire unos segundos mientras mira a la luna que ilumina el jardín y después vuelve a mirarme a mí mientras suelta el aire lentamente.

-Te quiero.

No.

No.

No.

Esto no puede estar pasando justo en estos momentos, debe ser una maldita cámara oculta.

-Estoy enamorado de ti Lila Thompson.

Pues sí que está pasando si.

Miro a Jadson ese hombre que podría ser un nuevo comienzo, una vida en la que no hay mentiras, no haya malentendidos ni traumas del pasado. Es un capítulo en blanco que hasta hace unos meses me abría encantado comenzar a escribir pero ahora mismo ya no.

Me abría encantado que mi vida hubiera seguido igual porque habría sido más fácil pero no puedo mentirme mi corazón pertenece a otro y mucho peor no puedo mentirle a él.

No a una persona que a estado junto a mí este tiempo, que a sido un apoyo, un amigo y un gran amante.

-Jadson... yo...

-No digas nada Lila, sé que tu corazón le pertenece a otro pero solo quería que lo supieras.
+Tomate un tiempo para pensarlo.

+Pero no es justo para ti Jad.

Me acaricia la mejilla, siento el calor de su mano en mi piel pero no es suficiente para hacerme sentir algo más que cariño.

-Tengo suficiente amor para los dos bonita, me encantaría cuidar de ti y de Violet si me lo permites.

Le doy un beso en la mejilla y me levanto del banco, necesito salir de aquí antes de que me de un infarto. No puedo soportar más emociones hoy.

Paso a paso.

Necesito un plan para no enloquecer.

Primero volver a casa, después hablar con Oliver de la conversación de su prometida y su manager y por último pensar una respuesta para Jadson.

Antes de nada.

Necesito un coche.

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