Violet dibuja en el salón mientras troceo unas cuantas verduras en la cocina, hace ya rato que he llegado a casa una casa demasiado silenciosa para ser exactos. No sé qué será de mi vida una vez Oliver abandone la casa para volver a hacer su vida, me he acostumbrado demasiado a tenerlo por aquí.
Sé que mi hija también extrañará tener a su mejor amigo tan cerca, he intentado explicarle en varias ocasiones que Oliver volverá a su casa en algún momento, pero es algo que Vi decide ignorar.
Mi teléfono suena sobre la barra de la cocina, el nombre de Alexa ilumina la pantalla así que lo cojo una vez dejo el cuchillo sobre la tabla de cortar.
-Hola jefa.
-Sabes que odio que me llames así.
Me río porque es cierto, a Alexa le molesta que no la llame por su nombre de pila por eso siempre suelo molestarla llamandola jefa.
-Buenas tardes Alexa.
+¿Ha que debo el honor de tu llamada?
Se ríe al otro lado de la línea con esa risa tan elegante que tiene ella a pesar de ser un tanto hippie, debe habérsele pegado algo al haberse relacionado tanto con la alta sociedad.
-He leído el documento con todos los detalles de la fiesta, como siempre todo fabuloso Lila.
Me alegra mucho que le haya gustado el dossier que le mandé con todos los detalles sobre la fiesta, me he inspirado en la típica fiesta de Hollywood de las películas. Tendremos hasta una subasta con diferentes cuadros de la galería, obviamente todo el mundo debe de ir de etiqueta y también habrá un baile de máscaras.
-La fiesta será este sábado, le he pasado todo a la organizadora de eventos. *dice Alexa*
-¿Necesitas algo más de mi?
Justo en ese momento logro oír como la puerta de la entrada se abre, Violet sale corriendo al encuentro de su mejor amigo que acaba de llegar a casa.
-Solo encárgate de buscarte una pareja.
+Te dejo empleada, nos vemos el sábado.
Si a mí se me ocurre utilizar la palabra que empieza por j Alexa siempre me la devuelve llamándome empleada. Tenemos demasiada confianza para ser jefa y empleada pero no me quejo es como tener una hermana mayor toca narices.
Hablando de hermanas toca narices, esta tarde mi madre me ha confirmado que las mejores amigas vienen a pasar el fin de semana en casa, puedo ingeniármelas para que Cata y Siena se queden con Vi el sábado.
Miro a Oliver que llega a la cocina con Violet colgada de su cadera, van hablando sobre el ensayo pero yo solo puedo fijarme en la manera en la que se miran estos dos. Mi hija lo mira con adoración como suele mirarme a mí y Oli la mira con cariño casi paternal.
He estado acallando el pensamiento de que hace unas horas Oliver a vuelto a referirse a mí con el apodo cariñoso que tanto tiempo me acompañó. He decidido creer que a sido una condición a causa de los nervios de la pelea porque es imposible que me llame así porque ahora ese apodo lo utiliza con Delia.
-¿Que hay de cena?
+Me muero de hambre.
Oliver deja en el suelo a mi hija, bueno nuestra hija y se sienta en una de las banquetas de la isla de la cocina.
-Buenas tardes a ti también.
Evito mirarlo mucho porque no quiero que note que estoy nerviosa, no quiero que nada arruine los avances de nuestra relación.
-Lo siento solecito, sabes que siempre después de tocar la guitarra me da hambre.
Me doy la vuelta para darle la espalda excusándome vertiendo las verduras en una olla, estoy haciendo sopa y pollo que es lo que toca comer hoy según mi plan semanal de comidas.
Me va bien para poder organizarme con Violet porque si fuera por ella solo comería cereales de miel y leche.
Ha vuelto a utilizarlo.
Eso significa que lo de antes no es una confusión.
-¿Solecito?
+¿Quién es solecito mamá?
Me devuelvo para mirar a mi hija pero estoy sin palabras, he decidido que no voy a decir nada al respecto hasta saber que demonios significa que Oliver vuelva a llamarme así.
-Es el apodo con el que solía llamar a tu mamá cuando éramos más jóvenes.
Oli sienta a mi hija en sus rodillas y los dos me miran mientras vierto la sopa en tres tazones y después pongo el pollo acompañado con patatas en tres platos.
Algo demasiado hogareño para mi pobre corazón.
-Es lo mismo que nosotros...
+¿Eso significa que también sois mejores amigos?
Mi hija es demasiado inteligente para mi estabilidad emocional, me armo de valor y miro a Oliver a los ojos.
Me está mirando a mí.
Con la maldita mirada con la que solía mirarme mientras creía a su lado.
-Lo fuimos rayito, tu mamá y yo fuimos mejores amigos.
Mi corazón se agrieta un poco al oírlo hablar en pasado sobre nosotros, parece que fue hace una vida cuando no podía ni siquiera tolerar estar junto a él.
Pero ahora nos sentamos en una mesa y cenamos como otra familia cualquiera.
Sabía que mi hija iba a hacer más preguntas así que durante la cena nos pide que le contemos cosas de cuando Oliver y yo éramos mejores amigos.
Intento no entrar mucho en el tema pero aún así Violet me pide que le cuente la vez en la que me di cuenta de que Oliver era mi mejor amigo.
-No sé cariño, solo lo supe.
Mi hija parece un poco decepcionada pero rápido Oliver le cuenta otra anécdota de nuestra infancia y así seguimos hasta que mi pequeño remolino rubio pierde la batalla contra el sueño.
La acuesto y una vez leído el cuento pertinente salgo al salón para terminar de recoger todo antes de marcharme yo también a la cama.
Oliver está terminando de fregar los platos en la cocina, suelto un suspiro de alivio al ver que esa tarea ya está solucionada, estoy agotada después de este día lleno de tantas emociones.
-¿Necesitas algo Oliver?
+Me voy a la cama ya.
Señaló con el pulgar la puerta de mi habitación deseosa de que me deje marchar para que pueda repetir en mi mente mil veces el sonido de su voz llamándome solecito.
-Quería preguntarte algo...
Oliver coloca el último plato en el armario antes de venir a mi encuentro en el salón, parece algo nervioso ya que le cuesta hacer contacto visual conmigo y no para de mover las manos.
-Quería pedirte que me acompañaras mañana a la reunión.
Parece tan pequeño mientras me pregunta esto que hasta me dan ganas de acurrucarlo en mi pecho.
-Nada me gustaría más.
Le doy un beso en la mejilla y me meto en mi habitación porque no puedo buscarle palabras a lo que acabo de sentir al ver la mirada que me ha dedica al decirle que sí.
Casi parecía amor.
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Quizás un nosotros
RomansaMejor amigos desde siempre. Oliver Anderson es un chico popular, guitarrista y cantante de una banda la cual está apunto de comenzar su gira por Europa. Su mayor inspiración su novia Delia. Lila Thomas la chica despistada, creativa que siempre sueña...
