Quizás un nosotros

.2027.

Llegamos a casa bastante tarde así que rápido me apresure en escribirle un mensaje a Jadson pidiéndole un par de días libres, le dije que trabajaría desde casa porque había tenido un problema familia

Ya por la mañana recibí un mensaje de que no me preocupara por nada, me dijo que quería pasarse por casa para asegurarse de que estaba bien pero rápido le dije que no.

Nadie puede saber sobre la adicción de Oliver.

Está mañana he ido a recoger a Violet de casa de mis padres y la he llevado a la escuela, la niña está súper feliz porque le he explicado que su mejor amigo Oliver va a pasar unos días en casa con nosotras.

Es una medida que todavía no he compartido con él ya que cuando me he ido de casa él seguía dormido en el sofá, parecía agotado pero no físicamente si no por dentro. Como si su alma no diera para más.

Le escribo algún mensaje a mamá mientras estoy en el súper comprando cosas que he visto que ayudan con el síndrome de abstinencia porque por desgracia es lo que le espera a Oliver ahora.

El mono es lo peor del mundo de un adicto o eso dicen en los programas de alcohólicos anónimos que he estado mirando, hay un centro juvenil en la ciudad que ofrece un programa de estos y he apuntado a Oliver para que vaya a una de sus reuniones.

Llego a casa cargada con las bolsas de la compra y un olor súper familiar se instala en mis fosas nasales, huele a magdalenas.

Más concretamente a mis magdalenas favoritas.

Camino hacia la cocina para soltar las bolsas y descubro que hay una fuente bastante grande en el centro de la isla de la cocina, parece que estén recién hechas.

-Es mi forma de agradecer lo que has hecho por mi. *dice Oliver*

Me doy la vuelta para verlo, tiene un aspecto desastroso, lleva una sudadera mía que estoy segura que debió pertenecerle a él en el pasado.

No digo nada porque me avergüenzo de continuar guardando pertenencias de él después de lo que pasó, después de que dejáramos de hablarnos durante años.

-No tienes por qué agradecerme nada Oliver, date las gracias a ti por aceptar que tienes un problema.

Pero obviamente agarro una magdalena y después de sacarle el papel que la envuelve le pego un bocado, juro que me pongo hasta bizca del placer.

En silencio me ayuda a guardar toda la compra en los armarios, de vez en cuando le echo alguna ojeada y puedo ver que está bastante pálido.

-¿Porque hay tantos alimentos integrales?
+¿Desde cuando te has vuelto tan fit sol...Lil?

Niego con la cabeza porque debe ser una completa locura creer que ha estado apunto de llamarme por mi mote cariñoso.

-Las cosas integrales ayudan con el síndrome de abstinencia.

Oliver me mira con una expresión seria, sus labios dibujan una raya fina mientras asiente y continúa guardando las últimas cosas.

Hago café y le pido que me acompañe al sofá, no tengo que ir a buscar a Violet hasta dentro de un par de horas así que es el momento de que le cuente cuál va a ser el plan para las próximas semanas.

Me siento dejando algo de separación entre ambos, todavía es raro todo esto de estar compartiendo espacio con Oli después de todo.

Una parte mi quiere huir pero otra espera que podíamos llegar a buenos términos y así pueda confesarle la verdad.

-He pesado que estaría bien que te quedarás unos días aquí con nosotras. *digo*

Oliver se queda serio, veo la gran batalla que se está luchando en su mente. Tomar una decisión como esta es difícil no solo por el hecho de dejar sus adicciones atrás si no que si se muda aquí la gente puede hablar.

Para la familia nuestra amistad se rompió hace años por no hablar de que Delia me odia a muerte y ellos están prometidos, no debe hacerle mucha gracia que se marche de su lado para venirse conmigo.

Aunque me importa una mierda su opinión ya que si tanto quiere a Oliver jamás le habría dejado caer en estas mierdas.

-Lila no creo.....

Sabía que no sería fácil convencerlo.

-Se que te da miedo Oliver pero debes ser fuerte y salir de esta por ti mismo, yo no puedo obligarte...

Se pasa ambas manos por el pelo, se ajusta bien la sudadera, parece que tiene más frío que hace una hora.

A saber cuánto consumía a lo largo de día, quizás ya se haya saltado algunas de sus tomas y el cuerpo le está reclamando ya su dosis.

-A Delia no va a gustarle nada esto y debo avisar a Lago.

Asiento mientras me levanto del sofá para dejarle espacio mientras hace un par de llamadas, me voy a mi habitación para avisar a mi madre de que Oliver se va a quedar unos días en casa.

Llamo a mamá porque sé que Angie debe estar con ella en casa, estas dos son inseparables estaba claro que las vidas de sus hijos también iban a estar entrelazadas de alguna manera o de otra.

-Mamá.

-Hola cariño, ¿va todo bien?

Normal que pregunte esto porque llevo semanas ignorándola.

-Solo llamaba para avisarte de que Oliver va a pasar unos días en mi casa, por favor avisa a Angie.

Silencio.

Esperaba algún tipo de respuesta ante mi comentario pero nada, unos segundos después escucho unos susurros.

-¿Mamá estás ahí?

Vuelvo a escuchar ruido a través del teléfono, miro la pantalla por si he bloqueado el audio o algo pero todo está bien.

-¿Cariño qué Oliver?
+¿Nuestro Oliver?

Señor dame paciencia porque como me des fuerza...

Me paso la mano que tengo libre por la cara frustrada por la conversación tan absurda que estoy teniendo con mi progenitora.

-Claro, ¿cuantos Olivers conoces?

Vuelvo a escuchar susurros y el silencio ese extraño, estoy apunto de colgar cuando mi madre vuelve a hablar.

-Genial cariño, ahora llamo a Angie y le cuento la gran noticia.

-¿Gran noticia?

Otra vez silencio y susurros.

-Adiós cariño tengo que irme, muchos besos y tener cuidado. *cuelga*

Cada día estoy más convencida de que a mi madre la raptaron hace años los extraterrestres y me devolvieron una doble o algo.

Es tan extraña que a veces pienso en las cosas en las que me parezco a ella, es algo que se desarrolló durante mi embarazo.

Tenía curiosidad por saber cómo sería Violet así que empecé a crear diferentes ideas en mi cabeza, junte aspectos físicos míos y rasgos de mi personalidad y para crear una mini yo en mi mente.

Después de eso empecé a buscar rasgos en la familia para saber que sacaría de cada uno de los Thompson y de cada uno de los Anderson.

Llegue a la conclusión de que esperaba que no se pareciera a la extraña de su abuela, me río ante mi comentario en voz alta dándome cuenta de que todos mis pensamientos anteriores eran también bastante locos.

Quizás si hay algo de mamá en mi.