.2025.

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Querido Oliver.

Te escribo en estas cartas como método de poder desahogarme.

Creía que a medida que el tiempo pasara la gente empezaría a tratar con normalidad el hecho de que haya sido madre con diecinueve años pero parece que no.

No hay persona en la faz de la tierra con la que me crucé que me conociera de mi vida pre-mamá que no me mire con lástima cada vez que se entera de que he sido madre.

Sobre todo la gente del instituto, hace no mucho me encontré con Joffrey Miller no sé si lo recuerdas, fue tu compañero de laboratorio de quinto grado.

Bueno a lo que iba lo vi en el supermercado hace unas semanas, me contó que estaba de vuelta por las vacaciones de otoño. Me preguntó cómo me iba y para mi sorpresa todo estaba siendo sorprendentemente perfecto, me dijo que le gustaría quedar a tomar un café para ponernos al día.

Pero todo se volvió desastroso cuando Violet salió corriendo hacia mí para dejar en el carrito de la compra sus cereales favoritos de miel.

Me llamo mami como ella suele hacer, la cara de Joffrey fue un maldito poema, miro a mi hija como si esta tuviera dos cabezas.

Me miro a mí de nuevo y lo vi....

Esa media sonrisa forzada y la lástima pegada en sus ojos, me había preguntado por la universidad y yo le había dicho que no había podido por asuntos familiares.

Vi como encajaron las piezas en su cabeza cuando vio a nuestra pequeña, él sabía que yo no había podido ir a la universidad porque había sido madre.

Sé que algún día podría intentar volver a solicitar plaza pero es algo que me parece tan improbable que prefiero no imaginármelo, no quiero crearme falsas esperanzas, es algo que he aprendido desde tu marcha.

No debo esperar nada porque si luego eso no se cumple te destroza.

Salí del supermercado lo más rápido que pude, estuve muy incómoda ante esta situación aunque es irónico porque debería ya estar acostumbrada.

Vaya donde vaya la gente siempre se compadecerá de la pobre Lila Thompson que aparte de ser madre joven es madre soltera.

Perdió su oportunidad de ir a una de las mejores universidades del país por abrirse de piernas.

Mamá no me lo dice pero sé que fui la comidilla del barrio durante mi embarazo, no podía esconder ese tripón y la verdad tampoco lo quería.

Fui yo la que decidió traer a nuestra hija al mundo y no me arrepiento de ello pero a veces me gustaría volver a ser solo Lila.

No Lila la madre.

Ni Lila la pobre madre soltera.

Solo ser Lila Thompson la mujer que ama pintar, que le encanta pasar tiempo con su hermana mayor, que disfruta del tiempo con sus amigas. La Lila Thompson que se pasaba horas al sol cuando era niña, la que te escuchaba cantar tus canciones con la única preocupación de que tú no descubrieras que estaba loquita por ti.

Me gustaría ser solo yo sin ningún acompañante más.

Que la gente me viera solo a mi.

No sé muy bien ni lo que estoy diciendo solo estoy volcando en esta carta toda la frustración que he sentido hoy cuando me he cruzado con una nueva maestra de la nueva guardería de Violet que me ha confundido con su hermana mayor para luego sentir lástima de mí cuando le he aclarado que soy su madre.

Sé que tú me dirías que no le diera importancia y que son una panda de tarugos pero ahora que no estás estoy yo sola con mis pensamientos.

No tengo a nadie que los acalle como solías hacer tu, no tengo nadie que sostenga mi mano y me duele saber que es por una elección tuya.

Bueno voy a dejar de recriminarte por si en algún momento llegas a leer esta carta, no quiero reproches son algo que hago para que tú tengas constancia de los años en los que no estás con nosotras.

Dudo mucho que algún día me arme de valor y te cuente que tienes una hija pero yo por si acaso sigo escribiendo esto de forma terapéutica.

Me pregunto si la gente también te mirará con lástima a ti una vez se enteren de que fuiste padre con diecinueve años...

Me pregunto si también te harán preguntas incómodas o si las mujeres huirán de ti como si tuvieras la peste negra.

Demonios seguro que no.

Al revés seguro que tu representante le encantaría que fueras padre, te daría un aspecto más adorable que te vieran con una mini tu, a las madres de tus fans les volvería loca que un papá sea por el día padre y por la noche estrella del pop.

Bueno Oliver creo que ahora estoy más tranquila por así decirlo, puede que ayudara el chocolate caliente con nubes que me acabo de tomar pero hablar contigo me ha ayudado.

Ya me entiendes más que hablar es escribir pero bueno me hace el apaño.

Espero que los años que te estoy dando de margen te ayuden a triunfar y ha seguir tu sueño.

Júrame que lo harás por los dos.

Sigue con tu sueño, que al menos uno de los dos pueda cumplir sus metas, no me importa ser la que tarde más en hacerlo.

Cuidaré de nuestra rubia de mientras, ella es mi mayor logro. No me pesa estar con ella porque es la que me acompaña en esas situaciones incómodas o cuando siento que el mundo se derrumba.

Ella me da su pequeña mano y todo merece la pena.

Cuando miro sus ojos color miel no veo lástima en ellos al revés veo el amor más puro que jamás he visto, ella es la única que me ve a mí.

A su mamá la que puede con todo.

A su mamá que la acompaña cada mañana al colegio y la recoge sin falta para llevarla a su hogar.

Con ella soy yo misma porque para ella soy el mejor ser humano del mundo.

Es duro cumplir con sus estándares pero quiero que ella sepa lo que es ser la primera opción de alguien y a quererse a si misma por encima de todo.

Hasta que nos volvamos a ver, Oliver.

Lila Thompson mamá de diecinueve años, soltera y que no pudo ir a la universidad.

Pero sobretodo mamá de Violet (Anderson) Thompson

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