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Encargamos nuestros desayunos, obviamente Oliver pide un batido de chocolate y un bol de cereales de miel. Pienso en el mote cariñoso que mi hija le ha puesto y no puedo evitar sonríe un poco.

En mi caso me pido una tostada y un café, mi viejo amigo sigue siendo un niño grande y la verdad no me quejo, estas son las pequeñas cosas que quedan del viejo Oliver en su interior y pienso recoger cada una de ellas y guardarlas hasta que esté listo para volver a tenerlas.

Oliver va vestido hoy con ropa más casual, ropa que usaba antes de marcharse así que al estar sentada aquí con él me recuerda mucho a nuestro pasado cuando después del instituto nos íbamos a merendar mientras el garabateaba letras de canciones en su cuaderno y yo dibujaba en las servilletas.

Acaban de llegar nuestros pedidos cuando mi teléfono comienza a sonar en mi bolsillo, miro a Oliver que ya esté empezando a devorar su comida así que aprovecho que está distraído para coger el móvil.

-Buenos días a mi rubia favorita en mundo mundial.

Jadson me saluda alegre, ya estoy sonriendo nada más escuchar su voz. El poder de Jadson Parker es conseguir que sonría con tan solo escucharlo hablar.

-Buenos días Jad. *digo*

El que fue mi mejor amigo levanta la vista de sus cereales para hacer contacto visual conmigo, levanto una ceja preguntándole si quiere decirme algo pero Oliver vuelve a fijar su vista en el cuenco.

-Te llamaba para saber si esta noche estás libre...

La verdad es que me viene muy mal verlo esta noche.

-Mamá está de visita y quiere que cenemos en casa.

Mierda si Alexa está aquí es imposible que me escaquee de la cena, es mi jefa y la veo cada mil años ñ así que sería imposible rechazarla.

-Ah genial, si estoy libre esta noche.

-Perecfo preciosa pues paso a buscarte a las siete.

Después de recordarme que soy la mujer más guapa del mundo Jadson me cuelga y me quedo contemplando unos segundo más el teléfono antes de levantar la mirada para unirla con Oliver.

-¿Cita esta noche? *dice Oli*

Niego ya que no es una cita, voy a cenar con mi jefa y mi colega del trabajo.

Colega con el que me quiero acostar.

Pero colega al fin y al cabo.

-Mi jefa está en la ciudad, quiere que cenemos.
+Debo ver con quien dejo a Violet.

Justo se me enciende la bombilla y cojo el teléfono para mandarle un mensaje a Jeremy pidiéndole que se quede con la niña, será una gran oportunidad de cara a la familia para que vean que Jer se está empezando a implicar en la vida de la niña.

-Genial, Jer se quedará con ella esta noche.

-Ni de coña. *dice Oli*

-¿Perdón? *digo*

Oliver empieza a negar y arruga el morro igual que cuando de niño se enfadaba por algo.

-No puedes dejarlo solo con Vi, no ha ejercido nunca de padre.

Me encantaría poder decirle que se equivoca pero tiene razón, Jer a cuidado muy pocas veces de Violet y nunca ha sido durante tanto rato. Pero debemos seguir con la mentira de la falsa paternidad y esta es una gran oportunidad.

-Lo hará bien.

-Ni de broma, si el se queda con Violet yo también lo haré.

El café no debe haberme echo efecto y debo seguir adormilada porque no tiene ningún tipo de sentido lo que Oliver acaba de soltar por su boca.

-¿Perdón?

-Lo que has oído Lila, si el se queda con Rayito yo también lo haré.

No me pasa desapercibida la reacción de mi cuerpo al escucharlo llamar así a mi pequeña pero sigo tan entumecida por la reciente declaración que en automático sigo devorando mi tostada.

En silencio terminamos nuestros desayunos y tomamos rumbo a casa de nuevo, una vez allí cada uno se mete en su habitación y no volvemos a coincidir hasta la comida donde noto a Oliver más pensativo de lo normal.

Hablo con Jer para concretar la hora en la que debe recoger a Violet de la escuela y traerla a casa, ya que hacemos el paripe que sea completo.

Cuando son más de la cinco empiezo a prepararme para la cena, no soy una chica que suela maquillarse en exceso pero esta vez hago una excepción y me aplico más maquillaje. Acompañó un vestido azul cobalto con unas sandalias doradas, en el pelo me hago una coleta alta.

Contenta con el resultado llega un gran drama, no llego bien a la cremallera del vestido ya que está en la espalda. Dando saltos consigo terminar de cerrarla pero no del todo, a regañadientes voy a buscar a mi taciturno compañero de piso para que me eche una mano.

-¿Oliver?

Salgo de mi habitación y el salón está vacío, veo una débil luz salir del cuarto provisional de Oliver, llamo a la puerta y espero una respuesta para poder entrar pero nada.

-¿Oliver?

Escucho unos leves acordes de guitarra a través de la puerta, debe estar tan sumido en la música que no debe estar prestándome atención.

Abro un poquito la puerta y lo veo como esperaba, garabateando algo en su libreta y con su vieja guitarra apoyada en el regazo.

Retrocedo muchos años atrás cuando esta imagen era mi pan de cada día, encontrarlo así era algo tan cotidiano como respirar.

Oliver me mira asombrado unos segundos pero luego vuelve a cambiar su expresión a una más seria.

-Perdón por la interrupción pero....

Me doy la vuelta para que entienda que necesito que me abroche, a mis espaldas escucho como deja la guitarra sobre la cama improvisada que me hemos montado.

Poco después noto sus dedos delicados acariciarme la piel hasta que llega a la cremallera de metal, el contraste de esta con los dedos cálidos de Oliver me eriza la piel.

Oliver continúa el recorrido hasta el final y cuando ya tengo el vestido cerrado por completo juraría que noto unos labios justo debajo del nacimiento del pelo, en la nuca justo a la altura donde él tiene ese lunar me forma de corazón.

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