Quizás un nosotros

.2027.

Con los nervios a flor de piel conduzco hasta el edificio donde se celebrará la boda en dos días, es un edificio tipo ayuntamiento blanco con un interior que hace recordar a casa hogareña griega.

Hay madera por todos lados y bastantes flores, está todo al gusto de las chicas cosa que me tranquiliza un poco ya que Cata debe de estar contenta. Quizás no quiera matarme si el lugar es demasiado bonito como para ensuciarlo con mi sangre.

Sujeto la pequeña mano de mi niña mientras caminamos por el pasillo principal que conduce hasta la sala donde han colocado unos bancos de madera clara y un pequeño altar donde se colocarán las novias.

Cuando cruzo la puerta la primera en recibirme es Angie, me saluda con un beso rápido antes de dedicar por completo su atención a Violet.

Me he vuelto invisible en mi familia desde que di a luz.

De un segundo para otro mi hija ya no está en los brazos de Angie, Cata se a abalanzado sobre su madre y le arrebata la niña la cual no se queja para nada ya que le encanta recibir atención.

Es una malcriada a la que le gusta que la mimen.

La futura novia rompe en llanto mientras besuquea las mejillas regordetas de Violet, la niña no entiende nada pero se deja hacer ya que ama que le den carantoñas, mi hija a crecido rodeada de estas personas, son su mundo así que está acostumbrada a este tipo de trato.

Es la princesa de la casa.

-¿Se puede saber qué demonios te pasa ahora?

Angie mira extrañada a su hija e intenta coger de nuevo a Violet pero Cata se lo impide, estruja tanto a mi niña que creo que van a fusionarse las dos en un mismo cuerpo.

Mi mirada se cruza con la de Catalina y veo un poco de dolor en ella, sé que está enfadada pero no dirá nada delante de la niña. Respiro un poco cuando ablanda el gesto para mirar fijamente a mi hija, se lo que está haciendo porque es lo primero que hice yo cuando la tuve por primera vez en brazos.

Está buscado a Oliver en ella.

Está mirando esos ojos color miel que su hermano también tiene, si levanta la corta melena de mi hija descubrirá que también tiene esa peca en forma corazón en su nuca.

Hay algo de Oliver en ella pero solo si te fijas ya que Vi es una combinación de los dos, la gente suele decir que se parece a mí porque no sabe quién es el padre pero si te fijas bien tiene mucho de Oli.

Ama los cereales de miel al igual que él, le encantan las baladas pop que suenan la radio y por desgracia para su madre es súper fan de The Last Wish.

-Diablos chica, vas a ahogar a la niña.
+Parece que llevas años sin verla.

Cata deja que la niña baje al suelo y rápido Violet va en busca de otro ser humano que la malcríe, estoy segura de que la víctima será papá.

-Parece como si no la hubiera visto nunca.

Alguien da unas palmadas desde el altar y todos volvemos la mirada hacia allí, mi madre empieza a dar órdenes sobre cómo debemos colocarnos y nos indica que ya es hora de que empecemos el ensañó.

-Un segundo....

Esa voz.

No puede ser esa maldita voz.

El bello de los brazos se me eriza y siento un escalofrío por todo el cuerpo.

Oliver Anderson acaba de cruzar la puerta de la sala acompañado de su novia y vienen directos hacia a mi.

Presa del pánico me muevo por instinto hacia un rincón alejado librándome de su encuentro, desde aquí puedo observar a Oliver mejor.

Nada queda de mi mejor amigo lleno de vida, parece una sombra de lo que era, mejillas chupadas, ojos hundidos y ojeras violetas surcan su rostro. Parece trasnochado por no hablar de su vestimenta, lleva unos pantalones tan apretados que parece que le vayan a cortar la circulación y su camiseta tiene tantos agujeros que podría ser fácil un colador de pasta.

Todo se convierte en una maraña de abrazos y besos, con la mirada busco frenéticamente a mi hija, no puedo dejar que la vea.

Como de un ángel se tratase veo como una cabeza pelirroja coge a mi hija y se la lleva en brazos por una puerta que da a la habitación continua.

Estoy queriendo mucho al tío Jer en estos momentos.

Me apresuro en ir en su encuentro, tengo que dar toda la vuelta mientras escucho los gritos y las risas de mi familia, hasta que no cojo a mi pequeña no vuelvo a respirar.

Creo que va a darme un infarto.

-¿Mami porque la abu lloraba abrazando a ese chico?
+¿Está triste?

Le doy un beso en cabeza antes de dejarla en el suelo.

-La abuela está contenta, cielo *digo*

Entrelazo mi mirada con la de Jer, veo como el gesto se le ha endurecido parece preocupado al igual que yo y ahí es cuando caigo en cuenta.

¿Porque demonios sabía Jer que debía sacar a Violet de ahí?

¿Porque parece que esté dispuesto a darle a alguien un puñetazo si la situación lo requiriese?

En teoría solo saben esto Ava, Sienna, Luisa y ahora Cata....

-Como sabías....

La pregunta se queda a medias cuando las puertas tras nosotros se abren y las risas vuelven de nuevo a mis oídos, instintivamente me posición delante de mi hija. Jeremy ocupa un lugar a mi lado y me coge de la mano para entrelazar sus dedos con los míos. Me está dando su apoyo y es algo de lo que siempre le estaré agradecida ya que esto me recuerda a como termino Jeremy siendo el que me dio la mano en las primeras contracciones que tuve.

Es algo que simplemente nos unió como amigos, el echo de que él nunca me hizo preguntas al revés fue el que desde el minuto uno que supo que estaba embarazada me trató de la misma forma en la que hacía antes de saberlo.

La primera persona a la que veo es mi hermana que me busca con la mirada, veo que está nerviosa y no puedo enviar estarlo yo un poco más. Sie es una persona más bien tranquila y que ella esté nerviosa significa que la situación es peor de lo que pensaba.

Sobretodo cuando veo quien la acompaña.