Quizás un nosotros

.2027.

Agarro la mano de Oliver justo cuando está apunto de subirse a un coche que a pasado a recogerlo a la entrada de casa.

-Me da igual que hoy te hayas levantado con el pie izquierdo, vas a dejar que te acompañe al ensayo.

Vuelve a poner mala cara pero no se suelta de mi enganche, nos despedimos del chofer que ha venido a recogerlo porque seré yo misma quien le lleve al club donde están ensayando.

Un par de besos a mi rubia favorita y la dejo con sus súper abuelo, Oliver me espera en el coche se ha puesto una gorra y unas gafas de sol. Ha estado saliendo solamente para las reuniones así que debe ser extraño salir para volver a su rutina normal.

Mientras conduzco hacia el club de dirijo alguna mirada de reojo, está serio lo sé porque conozco demasiado bien a este chico y sé que le molesta algo pero también sé que no me lo dirá hasta que insista.

No tiene sentido que esté tan celoso por lo de Jad cuando él está prometido literalmente con otra mujer, es bastante injusto que me ponga en esta situación cuando ni si quiera se si hemos vuelto a ser amigos.

Aparco en el parking privado de los trabajadores del club, salgo yo primera y abro el maletero para que Oliver pueda agarrar su mochila con sus cosas, sigue sin mirarme apenas como si así pudiera evitar saber que estoy acompañándolo.

-No soy un crío Lila, puedo entrar solo ahí y hacer mi trabajo.

Siempre tan cabezón.

-Nadie a dicho lo contrario pero yo elijo entrar contigo.

Uno mi mirada con la suya y veo un brillo extraño en ella pero rápido parpadea y este desaparece, se da media vuelta y entra al establecimiento por la puerta trasera.

A los primero que veo son a Marcus y Josh, los dos estrujan a Oliver como si hiciera mil años que no lo ven. La verdad que este par me hace sentir tranquila cuando están al rededor de Oli, creo que se hacen bien los unos a los otros.

En cambio....

Veo de lejos la melena morena de Delia la cual está charlando con el señor Lagos, no puedo evitar fijarme en cómo se enrolla un mechón de pelo en el dedo y sonríe demasiado al representante de la banda.

Extraño demasiado extraño...

Uno brazos fuertes me abrazan y antes de darme cuenta no toco el suelo del club.

-Nuestra Milf favorita a llegado.

Me sonrojo al escuchar el mote estupido que me han puesto, abrazo a Josh primero que es el que me sostiene en el aire y luego soy pasada en volandas ha Marcus el cual afloja un poco mas en abrazo y me deja en tierra.

-Me alegro mucho de volver a veros chicos.

Charlamos un poco sobre cómo ha ido todo estos días y me piden que les enseñé unas cuantas fotos nuevas de Violet.

-¿Que tal te va todo con Parker? *dice Josh*

-Bien bueno es mi jefe y eso....

Los chicos se miran entre sí y se ríen como si fueran niños que acaban de hacer una travesura.

-Vamos Milf os vimos en la inauguración ese hombre está obsesionado contigo. *dice Marcus*

Parece que Josh va añadir algo también pero un carraspeo de garganta nos hace mirar a nuestras espaldas, Oliver nos mira con cara de disgusto.

-Parecéis un par de viejas, ir a preparar vuestros instrumentos y dejar el parloteo.

Los dos chicos se ponen rígidos e imitan un saludo militar mientras se van en fila hasta la tarima donde está Charly y el resto de instrumentos.

Charly me mira de arriba abajo y me dedica una sonrisa que me hace sentir escalofríos, no me da nada de buena espina este tío.

Delia y Lagos llegan junto a nosotros y saludan a Oliver, por inercia intento mirar a otro lado cuando Delia salta en los brazos de Oli para darle un beso.

Soy una hipócrita lo sé.

-Señorita Thompson puede tomar asiento en una de esas sillas mientras mis chicos ensayan.

Le doy las gracias y tomo asiento en una silla que está bastante cerca de donde está Oliver posicionado, Lagos se sienta a mi lado y al otro lado Delia siendo esta la más alejada de Oliver.

Puedo notar su mirada amenazante desde aquí.

Los chicos empiezan calentando la voz con algunas canciones populares para después empezar a cantar las suyas, estaba temiendo este momento.

La voz de Oliver se traslada a través del micrófono cuando empieza a cantar las primera líneas de la canción que significa tanto para mí.

Aguanto las lágrimas que quieren desbordarse de mis ojos cuando el resto de músicos comienza a tocar los acordes de ultravioleta, mi canción favorita.

Pienso en Violet y en como nunca dudé en ponerle ese nombre para recordar siempre esta canción a pesar de lo que nos había sucedido a su padre y a mi.

Miro al escenario y descubro que Oliver tiene sus ojos fijos en mi, relata la canción como si de una poesía se tratase, una lágrima traicionera consigue escaparse así que me apresuro en limpiarmela pero sé que él la ha visto.

Después de cantar sus canciones más populares los chicos se toman un descanso así que van a la barra de la sala donde hay varios tentempiés y bebidas.

-¿No quieres nada Lila?
+Esas caderas que tienes necesitan mantenerse.

Delia me susurra esto al odio para que nadie más pueda oírlo, en otro momento me lo tomaría a mal pero ahora sé que no debo sentirme intimidada por alguien como ella.

Me acerco a los chicos y agarro una botella de agua, Marcus me mira como queriendo decirme algo pero parece contrariado.

-¿Pasa algo? *digo*

Me hace un gesto con la cabeza para que me separe del grupo y lo siga, vamos hacia una esquina donde no hay nadie y estamos bastante lejos para que los demás no nos oigan.

-Solo quería darte las gracias.

Se rasca la nuca nervioso.

-¿Gracias porque? *digo*

El chico que tengo frente a mí se mira avergonzado los pies antes de volver a mirarme a los ojos.

-Por cuidarlo, odio no haber podido ser yo quien lo ayudara.
+Pero estaba claro que necesitaba a su ultravioleta.

Me quedo congelada, a este chico se le acaba de ir completamente la cabeza, entiendo que me de las gracias por ayudar a Oli, me entristece que se culpe por no haberlo echo el pero no entiendo por qué me acaba de llamar por el nombre de la canción que tanto significa para mí.

-¿Ultravioleta?

Marcus me sonríe por primera vez desde que empezamos esta charla, me acaricia el brazo y se aproxima a mí odio para que nadie pueda oírnos a pesar de estar tan lejos de los demás.

-El la escribió para ti pero es demasiado cobarde para decírtelo así que lo haré yo por el.

Después de eso deposita un corto beso en mi mejilla y va a reunirse con sus amigos, me cuesta demasiado recuperar la respiración así que me disculpo y salgo a tomar el aire.

Me apoyo en mi coche y estoy planteándome volver a casa cuando la pesada puesta de metal se abre de nuevo.