Quizás un nosotros

.2027.

Agotada por fin tomo asiento en uno de los sillones que tenemos en la entrada de la galería, noto como los pies me palpitan pidiendo auxilio.

Es la primera vez que tengo un momento de paz desde que hemos abierto las puertas y de eso hace ya tres horas, después de actuar Oliver no ha parado de mandarme a hacer cosas.

Me ha pedido comida, me ha pedido que le trajera un café de la esquina y como estaba delante de Jadson no he podido negarme.

Era verme hablar con mi compañero y que Oliver me llamase, ahora estoy literalmente escondiéndome de él, la banda lleva un rato encerrada en el camerino.

Se me ponen los pelos de punta nada más pensar que estarán haciendo ahí, solo espero que estén descansando y que mis paranoias solo sean imaginaciones mías.

Cierro un momento los ojos y suspiro, cuando los vuelvo a abrir doy de cara con mi compañero de trabajo, que me me mira muy fijamente.

-Lila Thompson vengo a comunicarte una cosa.

Miro extrañada a Jadson, parece demasiado alegre.
Rápido reparo en que lleva una copita de champán en la mano, esta no debe ser la primera.

-Pues comunícamela Jadson Parker.

El moreno de ojos verdes me mira de arriba a bajo con una mirada para nada inocente, algo se despierta dentro de mi. Después de ser madre mi cuerpo no ha vuelto a ser el mismo y sentirme deseada es algo que no me pasa con frecuencia.

-Eres mi empleada favorita.

Me río mientras me levanto de mi asiento para ponerme a su altura, Jadson toma esto como una invitación porque posa su mano libre en mi cintura.

No sé de dónde saco este valor pero me levanto de puntillas para susurrarle al odio.

-Jad, soy tu única empleada.

El moreno ríe ante mi comentario.

-Está noche vamos a ir a cenar al sushi ese que tanto te gusta.

Una de las cosas que me parecen más atractivas de los hombres es que recuerden los pequeños detalles, en este caso Jadson cree recordar que me encanta en sushi pero la verdad es que lo detesto. Pero no vamos a hacerle el feo de declinar su oferta, hemos ido una vez a ese restaurante y la verdad es que al que le encanta es a él pero bueno haré el esfuerzo.

¿Quien le diría que no a un moreno de ojos verdes?

-Me encan....

Un carraspeo de garganta me interrumpe, giro mi cabeza para ver tras la espalda de Jadson y descubro cómo no al causante de mi dolor de pies.

-Señorita Thompson, la banda está apunto de marcharse, será mejor que ayude a los técnicos a recoger.

Señorita Thompson, un sabor amargo se instala en mi garganta. Lleva llamándome así toda la noche y no puede sentarme peor.

Demonios si somos casi familia.

-Tranquila bonita, iré yo.
+Tu ve avisando a la gente que la galería va a cerrar.

Jadson me acaricia la mejilla antes de darse media vuelta e ir hacia los técnicos de sonidos.

Solo quedamos Oliver y yo.

Veo que tiene una sonrisa burlona en su cara, me mira de una manera prepotente, como si fuera una simple trabajadora que estuviera a su merced.

-Bueno si no deseas nada más...
+Me marcho *digo*

Voy a dame media vuelta y ocuparme de mis quehaceres pero obviamente todo no podía ser tan fácil.