Tomo asiento en la zona de familiares, hoy me he enterado de que una vez al mes hacen reuniones con público. De normal es para que la gente se anime a ver cómo funciona esta terapia para que puedan recomendarla a personas que están pasando por esto o incluso ellos mismos.
También hay una zona donde pueden ir familiares de los rehabilitados, me he sentado junto a la madre de una chica que no debe ser mucho mayor que yo que ya lleva un año limpia. Noto el orgullo de esta señora con la cual solo he intercambiado unas cuantas palabras pero con solo ver como mira a su hija sé que lo está.
Después de una breve presentación del guía de las reuniones uno a uno los rehabilitados van subiendo a dar un pequeño discurso. Me emociono oyendo las historias de alguno de ellos, no puedo evitar pensar que habría sido de Oliver si no hubiera dado el gran paso de cambiar.
Miro a mi alrededor, las caras de las personas que vienen a informase, veo como un hombre se limpia una lágrima disimulada de la mejilla. Espero que su problema se solucione y que pueda encontrar consuelo en estas reuniones.
La sala en la que estamos es bastante acogedora da como una sensación de tranquilidad que creo que es lo más importante para poder abrirse, tienen que sentir que este es un lugar seguro.
Oliver sube al escenario para ponerse en el lugar donde han puesto un micrófono en un pie de micro, muevo mis manos nerviosa sobre mi regazo mientras espero que el chico de ojos color miel empiece a hablar.
El resto de los rehabilitados han estado mirando a la zona de gente interesada en las reuniones pero al contrario de ellos Oliver me está mirando a mí.
Saluda a todos y nos pide permiso para empezar con su discurso, habla un poco sobre el antes de comenzar a narrar su historia.
-Todo empezó cuando el mundo de la noche me atrapó siendo demasiado inmaduro para sobrevivir a el.
Nos explica como las fiestas después de los conciertos eran demasiado descontroladas para un chico de diecinueve años que solo quería encajar en el mundo de la música y conseguir cumplir su sueño.
Nos habla de unas malas compañías que tenía y de como poco a poco fue convirtiéndose en una persona que no era con tal de encajar.
Habla de cómo una vez probó el alcohol no pudo parar y una copa ya no le era suficiente, empezó a ser infeliz en su vida y con el alcohol y las drogas consiguió crear a un falso Oliver con el que era más fácil sobrellevar la vida.
-No sabía que estaba tan jodido hasta que una de las personas que más quiero en el mundo tuvo que ser testigo de uno de mis fallos de conocimiento.
+Siempre quise ser la mejor versión de mí ante sus ojos y ver la decepción en ellos me mató por dentro.
No deja de mirarme bajo ningún concepto.
-Siempre quise ser el mejor hombre para ti solecito, desde que éramos unos críos me esforzaba en destacar ante los demás para que me vieras.
+Solo quería que me vieras a mí, quería que toda la luz que desprendías fuera toda para mí y cuando te perdí...
La voz empieza a quebrársele como si fuese a echarse a llorar y es ahí cuando me doy cuenta de que las lágrimas ya circulan libremente por mis mejillas.
-Cuando me di cuenta que había perdido la luz de mi vida me vi perdido, la fama, el dinero y la música perdió significado una vez ya no tenía a mi musa junto a mi.
+Tire hacia delante con un piloto automático porque me di cuenta tarde de que la había cagado, me dejé manipular por querer cumplir un sueño que perdió significado porque no tuve con quien celebrarlo una vez lo cumplí.
La señora orgullosa por su hija me tiende un pañuelo el cual acepto, no dejo de mirar a Oliver mientras baja del escenario para acercarse a mi.
La gente lo mira y veo que alguno graba con el móvil, espero que no tenga problemas con su agente después de que su problema salga a la luz.
-Solecito eres mi motor, eres mi luz pero sobretodo eres mi ultravioleta en un mundo que muchas veces es de color gris.
Me levanto de la silla donde estaba sentada y me fundo en sus brazos, la gente aplaude pero yo solo puedo escuchar a mi corazón que va desbocado.
-Muchas gracias... *digo*
Me separo un poco para mírale a la cara, Oliver me limpia una lágrima con el dedo antes de darme un corto beso en los labios.
Casi a sido como una caricia y no puedo evitar creer que me lo he imaginado.
-Gracias a ti Lila, todo esto es gracias a ti.
Ahora si me armo de valor y le cojo de las mejillas para darle un beso más profundo aún, espero que esto haya sido una declaración de amor porque si no voy a hacer el mayor ridículo de la historia.
Oliver profundiza el beso y eso me tranquiliza bastante ya que significa que no estoy loca y que si es cierto lo que mi pobre corazón está sintiendo.
Después de escuchar el resto de discursos la reunión finaliza y nos ponen como una especia de catering para que desayunemos pero yo me muero de ganas de hablar con Oliver.
Necesito saber qué demonios acaba de suceder.
Lo encuentro en la entrada esperándome, me tiende una mano para que lo siga hasta la salida, parece que tendremos esta conversación fuera o en casa me da igual pero me muero por saber.
-En casa solecito, prometo responder todas tus preguntas.
Me da un beso en lo alto de la cabeza.
Salimos del edificio y vamos hacia el aparcamiento donde está mi coche aparcado, me muero de ganas de hablar con el que estoy hasta planteándome la idea de saltarme todos los semáforos de camino a casa.
-¿Lila?
La voz de mi madre en estos momentos es lo que menos me esperaba escuchar.
-¿Oliver?
La voz de Angie tampoco esperaba oírla.
Aprieto la mano de mi mejor amigo y me doy la vuelta.
-¿Qué demonios hacíais en una reunión de alcohólicos anónimos?
Mierda.
Mierda.
Y más mierda.
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Quizás un nosotros
RomanceMejor amigos desde siempre. Oliver Anderson es un chico popular, guitarrista y cantante de una banda la cual está apunto de comenzar su gira por Europa. Su mayor inspiración su novia Delia. Lila Thomas la chica despistada, creativa que siempre sueña...
