.2027.

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Hace una hora que recibí la llamada de Oliver pero todavía no ha habido suerte, he perdido ya la cuenta de en cuántos bares e parado a preguntar por el cantante. Muchas gente ha creído que estaba pirada ya que entrar como una desesperada a un bar repleto de gente y ponerme a preguntar sobre un cantante famoso hace que la gente te mire un poco mal.

Creerán que soy una fan loca.

Espera...

Un momento...

Fan loca.

SeñoritaAnderson07

Saco mi teléfono cuando estoy de nuevo en mi coche después de preguntar en el último bar de la calle más concurrida de la ciudad, en esta me han preguntado si no soy demasiado mayor para estar persiguiendo a famosos.

Busco en el perfil de la chica, sigo unos cuantos enlaces hasta que llego a otra red social en la que un grupo de chicas está haciendo el seguimiento de donde está hoy Oliver Anderson.

Hace como una media hora estaba entrando a una de las pocas discotecas que abre un lunes en la noche, es bastante complicado que consiga entrar ahí ya que es un lugar demasiado exclusivo.

Miro mi atuendo y sé que ni de coña me van a dejar entrar pero como de los cobardes no se ha escrito nada tomo rumbo hacia la discoteca.

Tardo como veinticinco minutos en llegar y como era de esperar el portero arquea una ceja en mi dirección cuando le pido entrar para buscar a un amigo.

-Aquí solo se pasa si tienes invitación.

Me dice el gorila de dos metros que hay plantado en frente de la puerta, deja pasar a dos chicas monísimas mientras me sigue mirando con cara de desprecio.

Ha ellas no les pide invitación.

-¿Lila? ¿Lila Thompson?

Giro mi cabeza hacia la cola extrañada de qué alguien que está esperando para entrar en esta discoteca me conozca, no suele ser mi ambiente este tipo de locales.

Una mano me saluda pero no desde la cola, el resto de los chicos de la banda están apoyados en una de las paredes del edificio, han debido salir a fumar.

Me acerco a los chicos, el que no para de saludarme entusiasmado es Josh, parece igual de alegre de verme que cuando nos vimos en la galería.

Me sonríe con sus paletas separadas y no puedo evitar que las mejillas se me acaloren, siempre me pareció un chico atractivo cuando estábamos en el instituto tiene ese toque que lo hace especial.

-¿Que hace nuestra milf favorita por aquí?

-¿Milf? *digo*

Los chicos comienzan a reírse y puedo notar que van un poco alegres de bebida pero nada en comparación al estado en el que me he encontrado muchas veces a su amigo.

Marcus que parece el más sereno del grupo me pasa un brazo por encima de los hombros y me atrae hacia él para susurrarme en el oído.

-Madre a la que me follaria. *dice*

Ahora sí que se me acaloran las mejillas.

-Emmm, supongo que gracias. *digo*

Los chicos se ríen, miro hacia Charly que todavía sigue apoyado en la pared, me estudia atentamente con una mirada bastante juzgadora.

Quizás un nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora