Quizás un nosotros

.2023.

Flashes y más flashes.

Mi madre se ha empeñado en hacernos doscientas fotos a mi acompañante y a mí antes de salir de casa. Hemos venido en una limusina compartida y para mí mala suerte a sido compartida con mi mejor amigo y su novia.

Pensé que ver a Delia después de todo lo que había sucedido sería más incómodo pero me he limitado a ignorarla como hago de costumbre por otro lado mi mejor amigo estaba más callado que de costumbre.

Jeremy se ha tirado todo el camino parloteando sobre la fiesta que abra después en su casa del lago ya que sus padres se han ido fuera de la ciudad a visitar a su sobrina Helen, hace poco que se casó con otra mujer y no pudieron estar en la boda así que aprovechan para conocer a la mujer que a conseguido que Helen Olsen sentará la cabeza, bueno o eso es lo que dice Jer, yo no tengo el gusto de conocerla pero creo que me caería bien.

Llegamos al baile bastante tarde ya que Delia a tardado cuarenta minutos de más en arreglarse, en cambio por mi parte e hecho lo que podido para lucir más o menos bien. El vestido es fantástico y mamá me ha echo un recogido con varias horquillas con flores, Jeremy me trajo un ramillete de una rosa blanca a conjunto con la que lleva el en la solapa de su traje.

Me pareció un gesto bonito para que nos vamos a engañar, río ante un comentario que suelta mi acompañante antes de despedirme de la pareja para ir en busca de mi mejor amiga.

Encuentro a Ava haciendo arrumacos con Lu junto a la mesa de canapés, estoy muerta de hambre pero me aterra la idea de manchar el vestido así que mejor me contendré.

No puedo evitar sonreír al ver a mi mejor amiga así de precisosa, el vestido le queda genial pero no es eso lo que resalta más, brilla como nunca.

-Que tiemblen las animadoras, Ava Hastings quizás sea la nueva reina del baile *suelto*

Mi mejor amiga separa su boca de la de su pareja y me mira sonrojada, debe decirme qué labial lleva porque no se le ha movido ni un milímetro.

-Bueno bueno, podría decir lo mismo de ti mejor amiga.

Nos fundimos en un abrazo mientras nuestras parejas también se presentan, es extraño hemos ido juntos al instituto pero Lu y Jer nunca habían entablado una conversación.

La gente como Jeremy no suele relacionarse como la gente como nosotras, si no fuera porque Oliver es mi mejor amigo la mitad del instituto me ignoraría y ni siquiera recordaría mi existencia los años posteriores al instituto.

No les culpo a mí ellos también me darían igual si no fuera porque la mayoría son gente a la que aprecia Oli, bueno Oliver es así a todo el mundo le tiene un extraño cariño. Siempre a sido el más abierto de los dos.

-¿Dónde te has dejado a la bruja? *susurra Ava*

Señalo con la cabeza al grupo que ya está en la pista donde se reúnen todos los miembros de la banda, miro a Jeremy y veo que está mirando hacia ellos así que haciendo de tripas corazón le agarro la mano y lo guío hasta la pista de baile.

Bailo y canto con mis amigos y para mi sorpresa me lo paso realmente bien, Jer me hace reír continuamente y no se burla de mis pasos torpes de baile, al revés me piropea como si fuera la chica más guapa de este gimnasio.

Me descubro a mí misma sonriendo como una boba, quizás solo quizás me sienta demasiado cómoda con este chico.

-Estas preciosa Lil *dice*

Me ruborizo lo sé, noto las mejillas al borde del colapso pero lo peor es que no sé qué contestarle, no estoy acostumbrada a este tipo de trato.

-¡CAMBIO DE PAREJA!

Alguien desde el escenario grita y de repente me veo embulta en una maraña de gente y de empujones hasta que aterrizo en unos brazos fuertes que reconozco a la perfección, su olor llega a mis fosas nasales y lo sé.

Estoy en casa.

Levanto la cabeza para unir mi mirada con la de mi mejor amigo, sonrío pero rápido se me borra la sonrisa al ver su expresión, está serio. Parece estar enfadado, lo peor es que creo que lo está conmigo.

-¿Va todo bien? *digo*

Mi mejor amigo no contesta solo me pone una mano en la mejilla, la gente a nuestro alrededor baila y se mueve al compás de la música. Nosotros estamos congelados.

-Solecito, estás realmente preciosa esta noche.

Aquí me doy cuenta de la gran diferencia entre estos dos chicos, cuando Jer me alaga realmente me siento bien pero Oli consigue que me de volteretas el corazón.

-Tú tampoco estás mal Anderson.

Oliver me hace girar y de pronto estoy pegada a su cuerpo, paso mis brazos por encima de sus hombros descansado mis manos en su nuca y el me agarra la cintura para empezar a mecernos al ritmo de la música.

Ahora mismo mis ojos son para el, mi sonrisa es para el y mi corazón siempre a sido de su pertenencia así que ya era de el mucho antes de este baile.

-Voy a echarte tanto de menos Oli.

-Haremos que funcione Solecito, sabes que no duraría ahí fuera vivo ni un segundo sin mi mejor amiga.

Apoya su frente contra la mía y bailamos nuestra extraña danza hasta que la música cesa y rápido nos separamos como si el hechizo hubiera llegado a su fin.

Delia no tarda en venir a por Oli mientras Jer se queda algo rezagado, parece que nos esté dando espacio y eso me ablanda un poco el corazón. Voy en su búsqueda y enebro mi brazo para llevarlo conmigo de vuelta con nuestras amigas.

Saltémonos la parte en que obviamente coronan a Oliver y a Delia reyes de baile, desisto ante la idea de no comer y termino engullendo algún canapé junto a la atenta mirada de mi mejor amiga.

-¿Pasa algo? *digo*

-Solo sé que voy a echarte mucho de menos Lil.

Sé que voy a echar de menos a esta pelirroja pecosa que a sido mi compañera de batallas estos años.

La gente empieza a irse así que Jer me guía de nuevo hacia la limusina y acompañados de la odiosa pareja de reyes tomamos rumbo hacia la casa del lago.

Ava y Lu van en el coche de la española, espero que lleguen pronto porque no pienso estar un segundo más junto a Delia, ser reina solo ha echo que su ego crezca ni siquiera sé cómo he cabido en la limusina ella y su brillante corona ocupan todo el espacio.

Oliver parece pensativo mientras mira por la ventana, él no lleva su corona esta descansa en su regazo. Oli nunca ha sido muy de estas tonterías si fuera por el no habría ido al baile.

El primer año nos lo saltamos y nos quedamos juntos en mi casa comiendo hamburguesas, aún recuerdo lo que era tener todo el tiempo del mundo para estar con Oliver.

Cuando era solo mío.