.2023.

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Me pasa la camiseta por la cabeza y al principio siento vergüenza, soy bastante delgada pero no tengo las curvas que tiene Delia y no puedo evitar sentirme pequeña a su lado.

Veo un brillo extraño en los ojos de Oliver cuando me mira, me ha visto en traje de baño mil veces así que no es nada que no haya visto pero esta vez es distinto.

La temperatura de este vestuario a subido unos grados, la tensión se nota y cuando Oliver comienza a besarme el cuello me siento morir.

-¿Puedo? *me pregunta*

Señala uno de mis pechos, todavía llevo el sujetador así que no sé muy bien a qué se refiere pero aún así asiento, vamos ahora mismo le diría que sí a cualquier cosa.

Oliver acuna mi pecho en su mano y lo acaricia por encima de la tela. Noto como mi pezon se endurece y un suspiro se escapa de mi garganta.

-Si algo no te gusta o si te arrepientes quiero que me lo digas Lil.

Estoy tan pendiente del movimiento de sus manos sobre mí que las palabras se me atascan en la gargantas así que solo asiento.

Desabrocha el cierre de mi sujetador y ahí sí que noto que las mejillas se me tiñen de color carmesí, estoy demasiado expuesta y él sigue todavía vestido así que me armo de valor para quitarle la camiseta.

Si no me tuviera sujeta ahora mismo me habría caído de culo, he visto mil veces a Oliver sin camiseta pero ver cómo le sube y baja el pecho a causa de la situación me genera algo extraño en el cuerpo.

Comienzo a darle tímidos besos por la clavícula y voy bajando hasta la parte sobre su ombligo, Oliver no es un chico de gimnasio pero para no hacer deporte tiene un muy buen cuerpo.

De un segundo para otro un gemido lastimero brota de mí cuando Oliver mete uno de mis pechos en su boca, mientras hace eso le da atención al otro con su mano libre.

Arqueo la espalda buscando más cercanía, quiero literalmente fundirme con el.

No puedo creer que no haya echo esto con nadie, para ser un tío que no ha pasado de la primera base esto no se le da para nada mal.

Se separa un poco de mí para que pueda bajar de su regazo, Oliver se levanta del banco. Casi muero al creer que va a marcharse pero lo único que hace es bajarse el pantalón vaquero que lleva puesto para quedarse en ropa interior, yo hago lo mismo con los míos.

Solo nos separa una fina tela al uno del otro y yo estoy apunto de perder el conocimiento, he leído mucho sobre esto en las novelas que Sienna me obligaba a leer cuando todavía vivía en casa.

Sie siempre ha sido una romántica empedernida.

-Solecito, estamos a tiempo de parar.
+¿Quieres hacerlo?

Veo su mirada nublada y como su boca está hinchada a causa de los besos y para nada quiero parar esto así que como si de una tirita se tratase, del tirón y sin pensarlo me bajo las braguitas y quedo totalmente descubriera frente a él.

No siento vergüenza porque es Oliver quien me está mirando, me quiere aunque no sea de la misma forma en la que lo quiero yo pero sé que jamás me haría daño.

Entiendo porque quiere que su primera vez sea conmigo porque debe sentirse de la misma manera que yo.

Lilol siempre ha sido nuestro lugar seguro en la tierra. No se juzga y no se da la espalda al otro.

-Eres preciosa Lila, de verdad y ojalá te dieras cuenta de la gran mujer que eres.
+Algún día un hombre tendrá la suerte de tenerte así para él y no sabrá lo afortunado que es.

Le beso para que deje de hablar, no me gusta oírle decirme esas cosas porque yo sé que después de esto me va a costar horrores atreverme a acostarme con alguien más, nada se podrá comparar a como me siento con Oliver.

Oli tantea con su mano para buscar algo en un bolsillo de sus pantalones y mientras le beso el cuello escucho que rasga un plástico.

Me tumbo sobre el banco y Oliver se sube sobre mí pero obviamente intenta ponerse de una forma para no aplastarme contra el.

Observó su zona peligrosa que antes no me he atrevido a mirar y puedo ver un gran bulto retenido en la tela negra de sus bóxers, quizás si le guste de otra manera al final y al cabo.

Si consigo ponerlo cachondo por algo será.

-¿Lista Lil?

Asiento.

Oliver se baja el bóxer y al principio me quedo un poco el shock es la primera polla que veo en mi vida, osea en directo quiero decir.

Es bastante grande y estoy segura de que eso no va entrar ahí pero no me atrevo a abrir la boca.

-Vaya si hubiera sabido que así iba a dejarte sin palabras por primera vez en tu vida lo habría hecho antes *ríe*

Sé que está nervioso porque cuando se pone el condon le tiembla un poco la mano. Antes de introducir su polla dentro de mi, atiende mi dolorido coño introduciendo uno de sus dedos en mi interior.

Desesperadas mis caderas se levantan esperando algo que todavía no sé ni ponerle nombre.

Oliver introduce una rodilla entre mis piernas y yo las abro dándole paso y total poder de hacer conmigo lo que quiera.

1..2..3...

Ya lo tengo dentro de mi.

No puedo negar que no sienta dolor y se me saltan las lágrimas quizás a sido demasiado brusco pero ninguno de los dos sabe que está haciendo realmente, me agarra la cintura con las manos mientras me sujeto en sus hombros.

A medida que Oliver va entrado y saliendo me acostumbro más a su tamaño y comienzo a disfrutarlo más, acompaña sus estocadas con besos y algún que otro gruñido que solo consigue encenderme más .

-Estoy cerca, joder muy cerca.

No sé a qué se refiere pero por ahora no me siento cerca de nada.

-Joder... Joder ya casi llego.

No sé qué está sucediendo pero yo no estoy llegando a nada, todavía no consigo acostumbrarme a la sensación de tenerlo dentro de mi.

Estoy apunto de hablar cuando Oliver suelta un gruñido más fuerte y apoya su cabeza sobre mi hombro.

-Joder Delia a sido genial.

Y así es como mi estupida fantasía a terminado.

Soy una estupida y una patética, acaba de decir el jodido nombre de su novia justo después de correrse dentro de mi.

Maldita sea solo quiero llorar y esconderme cien metros bajo tierra.

Por favor dios si estás allá arriba que ahora mismo me de un infarto.

Cierro los ojos y espero a que salga de mi.

Quizás me pregunte cómo me siento, espero a que me pregunte si yo también e disfrutado o si tan solo me he corrido igual que él pero lo que me destroza es verle como se pone los malditos pantalones en silencio.

-Gracias Lila sabía que podía contar contigo, Lilol siempre juntos ¿no?

No espera a que responda me da un beso en la cabeza y se mete en uno de los cubículos del vestuario.

Apresuro a ponerme la ropa porque quiero salir cuando antes de aquí, las lágrimas ya brotan por mis mejillas a sus anchas.

Joder Oliver las cagado pero bien pero aquí la culpable de verdad soy yo por creer que quizás podríamos tener un nosotros.

Quizás un nosotros Donde viven las historias. Descúbrelo ahora