— Lucas, no esperaba-— ¿Puedo quedarme aquí...por esta noche? —Ante aquella pregunta Ivette no pudo hacer más que darle el acceso en la vivienda.—
En el cuarto de invitados se encontraba Lucas, con el celular apagado y con la mirada perdida sobre el techo, recordando y reviviendo cada instante, la forma en que su padre lo había mirado, también cada palabra comenzó a atormentarlo. Sin darse cuenta las horas habían pasado, de un momento a otro escuchó unos pasos lentos que iban a dirección hacía él, una voz susurrante lo llamaba y al saber quién era solo pudo arreglarse la pijama.
— ¿Qué haces despierto a esta hora? Son más de las tres de la madrugada.
— ¿Qué haces tú despierta a esta hora? —Susurró al sentarse sobre el colchón viendo como Ivette se sentaba a su lado, acto que lo hizo alejarse y ella volvió a hacerlo, llevándolo al borde de la cama sin escapatoria.—
— Haz estado actuando muy extraño últimamente ¿Acaso te gusto o qué? —Bromeó sin conseguir la risa por parte de Lucas, al contrario mantuvo una expresión seria.—
— Me gustas, aunque sé que no sientes lo mismo... Pero no te sientas incómoda, este sentimiento es mío y con el tiempo lograré olvidarlo.
— ¿Cómo sabes que te pediré eso?
— No demuestras tus sentimientos a las personas, siempre finges y tratas de mantenerte fuerte, fría. Pero eres alguien sensible, una mujer bondadosa que solo tiene miedo de ser lastimada; lo comprendo, nunca deberíamos confiar en nadie porque sabemos que tarde o temprano nos van a traicionar... Hagas lo que hagas, las promesas, todo tiene una fecha de caducidad así que es entendible. —Decía al mantener el contacto visual, notando como Ivette se ponía de pie.—
— Mis padres siguen insistiendo con la idea de que me case a temprana edad, según ellos eso nos ayudaría demasiado porque para mi padre es solo un contrato más, socios y esas cosas. —La mujer se colocó delante de Lucas.— Antes no me preocupaba quién sería mi prometido, iba a aceptar a cualquier que mis padres aprobarán y ellos desean que sea esposa del hijo del señor Miranda; sin embargo, no quiero esa vida, no deseo ni ver en pintura a César y mucho menos lo quiero como esposo.
— ¿Vas a escaparte?
— ¿Y dejar las comodidades? —Sonrió al cruzar los brazos.— Acepté que me casaré, pero al menos deseo que mi futuro esposo sea alguien a quien yo pueda buscar... El único hombre con quién me imaginé casarme es contigo, tenemos una buena relación aunque eso no implique los sentimientos, para mí el matrimonio no tiene importancia pero debo hacerlo así que usaré la promesa que me hiciste para mí conveniencia.
— ¿Acaso estás sugiriendo que... —Lucas soltó un suspiro al relamerse los labios.—
— Quiero a un esposo que sea mi socio, será un compromiso arreglado pero no será con cualquiera, no aceptaré eso. —A continuación Ivette sacó su celular, mostrando el audio que tenía guardado en donde Lucas juraba hacer lo que ella le pidiera sin importar el tiempo.— Cásate conmigo, este es el favor que te voy a pedir... sé mi esposo.
— Acabo de confesarme y aceptaste no sentir lo mismo, ahora me pides que me case contigo ¿Es acaso una especie de contrato para un amor no correspondido?
— ¿No tienes palabra?
— No se trata de eso, es solo que-
— Lo prometiste, hacer cualquier tipo de favor que te iba a pedir... —Ivette vio como Lucas desvío la mirada, unos minutos de silencio prevalecieron en la habitación.— Buenas noches, Lucas. —Cuando la mujer planeaba salir de la había fue detenida por el chico, quién la sujetó de la mano.—
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••• Golden Boy •••
Teen FictionAl haber sido separados al nacer, dos hermanos gemelos se vuelven a reencontrar años después. Infancia, adolescencia y principio de juventud completamente diferentes, la hermandad es algo primordial y no existe un mejor amigo más que un hermano; sin...