Los dos mejores amigos compartieron un espacio en el bar, piqueros y música hacían ruido entre ellos. No se dijeron mucho, no era necesario y entonces solo se acompañaron en el silencio una vez más; los dos se dirigieron al departamento de Lucas, en donde Bruno cayó dormido ni bien tocó la cama y por esta vez fue Lucas quién se aseguró de que nadie lo molestará al menos por una noche.— No vuelvo a tomar en mi vida.
— Yo tampoco.
— Hagamos una promesa ¿Qué te parece? No volveremos a tocar ningún trago, cerveza o lo que sea que tenga un gramo de alcohol.
— Trato hecho.
— ¿Eres consciente que no vamos a cumplir esa promesa, no es así? —Bruno observó cómo su mejor amigo a penas mantenía los ojos abiertos.—
— Lo sé. —Respondió con una sonrisa al continuar disfrutando del desayuno.—
∞∞∞
César una vez más organizaba las pastillas que controlaban la salud de su padre, dedicado cada día inspeccionar que el señor Miranda lleve una dieta estricta así como tomar sus medicamentos a tiempo. Por parte de Jazmín, había adquirido una cualidad de la madre de César que era preparar postres y entonces su suegro cada vez la veía con más cariño, el rechazo por su estatus social había desaparecido y ahora la consideraba la nuera de esta familia, alguien importante que se encargaba de la casa.
— ¡Aarón, no corras tanto! Te vas a caer. —Decía al colocar las galletas en el horno, eran galletas especialmente preparadas para toda la familia y eso incluía a su suegro.—
— Es un niño, los niños deben jugar si eso quieren.
— Lo sé suegro, es que me da miedo que se lastime. —Susurró al quitarse el mandil, en ese instante la señora Matilde se ponía a limpiar toda la cocina con ayuda de Jazmín quién odiaba quedarse sentada.—
— Quería comentarte que eh estado planificando el futuro de mi nieto. —El señor Miranda bebía una taza de té al mantenerse cerca de la ventana.— Como sabrás es el primer nieto de nuestra familia, así que tendrá la mejor educación y las mejores oportunidades.
— Entiendo, pero todavía tiene cuatro años.
— Ahora tiene cuatro años, mañana tendrá quince y pasado veinte... Los años pasan volando y el tiempo nunca espera a nadie, no quiero que creas que estoy ocupando tu lugar como madre, lo que quiero es que mi nieto tenga un gran futuro por delante.
— ¿Ya lo habló con César?
— Creo que hablar contigo primero es lo importante, eres la madre de mi nieto y también eres más inteligente de lo que crees. Estoy seguro que también deseas un mejor futuro para nuestro querido Aarón ¿O no?
— Sí quiero que tenga lo que yo no tuve, tan solo quiero que disfrute de sus etapas para-
— Piensa en tu hijo, no es un niño cualquiera... Es el primer nieto de la familia Miranda, es mi nieto y por ende será el mejor. —Aclaró al sonreír, consiguiendo que Jazmín simplemente baje la mirada.—
Al día siguiente, Sara se alistaba como cada mañana dejando el almuerzo listo y llevando al colegio a su hermana menor. Cuando se dirigía a la universidad vio como Lucas bajaba del carro acompañado de César, al parecer los dos hermanos decidieron verse esta mañana y por educación decidió saludarlo recibiendo una sonrisa por parte de su ex cuñado quién la miró fijamente.
— Entonces, Sara y tu ¿No volverán?
— Quiere enfocarse en sus estudios, aunque siento que está mintiendo y tengo miedo a preguntarle si hay alguien más. —Susurró Lucas al acomodarse la mochila.—
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••• Golden Boy •••
Teen FictionAl haber sido separados al nacer, dos hermanos gemelos se vuelven a reencontrar años después. Infancia, adolescencia y principio de juventud completamente diferentes, la hermandad es algo primordial y no existe un mejor amigo más que un hermano; sin...