Capítulo 36

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- En la clase estuviste distraída, más de lo normal ¿Todo bien? -Lucas sonrió al abrazarla, sin lograr alguna respuesta decidió hacerle cosquillas para conseguir romper el hielo que había entre los dos.- ¿Hice algo? Dímelo si es eso.

- No pasa nada.

- Dime qué pasa, si no soy el problema al menos puedo ayudarte.

- Me duele la cabeza, es por mi mes. -Bajó la mirada al cubrirse el vientre.- ¿No tienes algún chocolate contigo? Me vendría bien algo dulce.

- ¿Chocolate? Ahora voy por uno.

Cuando Lucas dejó a solas a Sara, ella pudo sentir aquel temor de ser observada por esa persona, era consciente que la conocía demasiado y eso la llevaría a dudar de todos sus amigos. Tal como su novio había dicho, trajo consigo una variedad de chocolates y ella solo pudo sonreír, la mentira debía permanecer intacta al menos por ahora.

Podía simplemente ignorarlo ya que al final era una foto falsa, cuando decidió bloquearlo Sara pudo respirar en paz por tres días. Al día siguiente recibió un nuevo mensaje, esta vez era la fotografía de su casa y no recibía ninguna instrucción sobre algo de dinero, una antigua rivalidad o si era una broma pesada, solo envío la foto y nada más.

- ¿Qué podría hacer por mi novia? Hace días que está preocupada y distraída, dice que no pasa nada pero sé que pasa algo... -Decía al soltar un suspiro, viendo como Bruno asaltaba su refrigerador una vez más.- ¿No vas a aconsejarme, al menos? No solo vengas por helado y ya.

- Si digo lo que pienso vas a decir que no me cae bien tu novia o que estoy celoso de que tengas una y yo no.

- Estoy seguro que las cosas con Ana volverán a la normalidad, debes de pedirle perdón porque sé que es tu culpa ¿Qué le hiciste?

- ¿Yo? Nada. -Levantó los hombros al sentarse sobre el sofá.- Yo creo que Sara ya pasó la etapa de enamoramiento.

- ¿De qué hablas?

- Ya sabes, cuando esa intensidad se va...te comienzas a aburrir.

- No sé ni para que hablo contigo, lo único que haces es bajarme la moral. -Lucas escuchó el timbre de su departamento, al abrir la puerta se dio con la grata sorpresa de un pequeño visitante.- ¿A qué se debe esta hermosa visita?

- Debo ir a recoger a mi madre del aeropuerto y mi suegro no está en casa, será muy agobiante el viaje así que pensé en ti ¿Lo vas a cuidar, verdad?

- Daría la vida por mi sobrino. -Cogió a Aarón en sus brazos y recibió un bolso lleno de todas las cosas necesarias para un bebé de tres años.-

- No será por mucho tiempo ¿Ok? -Jazmín dejó unos besos alrededor de la cara de su hijo.- Te quedarás con tu tío Lucas, no hagas travesuras ¿Está bien?

- Sí, mami.

- ¡Tómate tu tiempo! -Exclamó al despedir a la madre y cerrar la puerta.- Bruno, tenemos trabajo que hacer.

- Eh esperado este momento toda mi vida.

Después de unos minutos los dos tíos tenían puestos dos disfraces, eran conscientes de que Aarón era demasiado hiperactivo y si no lograban distraerlo lo suficiente iniciaría una guerra de quejidos y llanto.

∞∞∞

- Debemos terminar.

- ¿Qué? -Lucas dejó a un lado los piques que planeaba comer para disfrutar la película.-

- Eh dicho que debemos terminar. -Repitió sus palabras al retener sus lágrimas, notando como Lucas cambió de expresión.-

- ¿Por qué?

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