••• Golden Boy •••

Capítulo 18

Lucas, Ivette y Jazmín se encontraban frente a la lápida de la señora Martha.

— Al menos no sufrió, fue rápido y sin dolor... —Susurró el joven al acomodarse la bufanda, debido al clima frío y gris de Lima.— Aunque las cosas se dieran de esta forma, para mí la señora Martha sí fue una madre y a pesar de todo le agradezco el echo de darme todo lo pudo.

— Recuerdo cuando teníamos pijamadas y veíamos la televisión hasta la madrugada, ella jamás nos impidió ser felices.

— Oh cuando hicimos una pollada para nuestra graduación de secundaria, ese día nos salieron múltiples brazos para atender a toda esa gente. —Lucas sonrió ante aquellos recuerdos y Jazmín lo miró con admiración.—

— Debo dejarlos, igual siempre vengo aquí para contarle cómo fue mi día... Debo seguir haciendo mis prácticas, nos vemos luego chicos. —Con un abrazo se despidió de ambos, Jazmín caminó con rapidez para alcanzar el taxi que ya la esperaba.—

— ¿Está mal no odiar a alguien quién cometió un delito? —La inesperada pregunta por parte de Lucas, logró sacar a Ivette de sus pensamientos.— ¿Qué crees tú? ¿Es correcto pensar así?

— Depende de ti, si no la odias entonces no lo hagas ¿Por qué forzarte a hacerlo?

— Tuve que mentirle a mi padre sobre a donde iría hoy, cuando supo que la señora Martha había fallecido se alegró porque para él es una criminal y mi hermano...bueno ya lo conoces, es tan imprudente como siempre.

— Por supuesto que conozco a César, realmente no entiendo que le vio Jazmín ¿Acaso está mal de la vista?

— ¿Crees que es feo? El y yo tenemos la misma cara-

— No hablo de su aspecto físico, hablo de su interior. —Aclaró con rapidez al soltar un suspiro, comenzando a moverse para entrar en calor.— Jazmín solo encontrará dolor e infelicidad al lado de tu hermano, espero que pronto abra los ojos antes que sea demasiado tarde.

— ¿Hay algo que quieras decirme? Suenas. como si supieras algo-

— ¡Qué frío hace! Vayamos a-

— No cambies el tema Ivette, dime ¿Qué sabes? —Ante el inesperado interrogatorio Ivette solo pudo desviar la mirada.—

— No es nada nuevo, es lo que es, César era un drogadicto con problemas de ira ¿No es obvio como acabará todo?

— Él está trabajando y está poniendo todo de su parte para mejorar, yo soy testigo de eso, además la forma en que habla de mi mejor amiga demuestra cuánto la ama... Sé que no es fácil deshacerse de la imagen que tienes de alguien, por eso existen las segundas oportunidades y sé que mi hermano va a saber aprovecharlas.

— Puedes creer eso, pero César nunca cambiará y recordarás esto. —Al darse media vuelta pudo sentir la incomodidad en la nariz, seguida de un estornudo.— ¿Lo vez? Ahora solo falta que empiece a llover y... —Ivette se quedó en silencio al sentir unas gotas caer del cielo, de un momento a otro sintió el agarre en la mano por parte de Lucas quién corría hacía la camioneta para ambos pudieran cubrirse de la lluvia.— Te dije que debíamos irnos antes.

— ¿Eres psíquica? ¿Sabias que iba a llover?

— Era probable con lo nublado que está el clima. —En segundos volvió a estornudar, viendo como Lucas se quitaba la bufanda y se lo entregaba.— No lo necesito.

— ¿Quieres enfermarte? —Soltó un suspiro al verla cruzar los brazos.—

— No combina con mi outfit.

— ¿Es enserio? ¿Es más importante tu outfit que coger un resfriado? —Lucas mantuvo dos respiraciones profundas al acercarse hacía ella, colocando sus brazos alrededor del pequeño cuerpo y poder cubrirla con la bufanda.— Listo, ahora sí puedo estar tranquilo.