••• Golden Boy •••

Capítulo 16

El juicio inició, pero tomó de imprevisto que hubiera una gran parte de la audiencia quién se sorprendía más porque un familiar denuncie a otro por un cargo de violación tachándolo de algo irrespetuoso o incluso inmoral.

El momento exacto en el que Ivette tomó una drástica decisión fue aquella tarde, luego de volver a casa volvió nuevamente al cuarto en donde su arte tomaba posesión, al entrar al lugar vio como se encontraba destruido por ella misma y ver aquellas pinturas en pedazos fue el punto de quiebre para hacer algo al respecto. Con mucho cuidado comenzó a tomar los pedazos, limpiar y acomodar el lugar que era suyo, al ver como todo terminaba en la basura lo tomó de otra manera, fue un nuevo inicio para ella.

Todos sus conocidos y amigos supieron sobre lo que le había pasado, muchos se alejaron, pero Ivette se mantenía firme al dar cada paso sin bajar la cabeza porque ella no había echo nada malo, lo supo en el instante en que vio a sus mejores amigas junto con Lucas esperarla, habían dos personas que siempre iban a estar allí apoyándola sin importar lo que la gente diría.

— Debe meditarlo, tome unos días para tomar esta decisión señorita Campos, aceptar está negociación no me parece la-

— Es eso o solamente me dará dinero, no quiero nada de eso... Con que esté en la cárcel por un tiempo es suficiente. —Afirmó al sonreír, cuando salía del juzgado fue interceptada por Lucas.—

— ¿Por qué aceptarías algo así? ¿Qué sucede en tu cabeza? Ese bastardo no merece una negociación, ¿Lo haces por tu familia? ¿Por tu madre? ¿Ella te convenció? ¿Tu padre? Dime quién diablos-

— Cálmate.

— ¡No me puedes pedir que me calme! Cuando ese malnacido solo estará cinco años en prisión y saldrá libre en tres años por pagar la indemnización ¡¿Qué clase de justicia es esa?! ¡Debemos apelar! ¡Hagamos lo que sea necesario para refundirlo en prisión!  —Cuando se dirigía dentro del juzgado sintió el agarre del brazo por parte de su prometida.—

— ¿A dónde vas? ¿Qué planeas hacer?

— No sé qué haré, pero obtendré la pena de muerte.

— No existe la pena de muerte en el Perú, lamentablemente. —Susurró al sujetarlo con suavidad del rostro, logrando que aquella mirada furiosa desapareciera al hacer contacto visual.— Dijiste que confiabas en mi ¿No es así?

— Sí, lo hice... —Lucas desvío la mirada, sobre aquel hombre quién salía victorioso del juzgado un poco podría jurar que iba a festejar en medio de la multitud.— Confío en ti, debe haber una razón del porqué haces las cosas y te seguiré aunque no sepas lo que tienes en mente.

— No lo haz visto aún, pero Lucas yo siempre tuve un lema de vida. —Al alejarse pudo cruzar los brazos.— Cuando alguien me hace algo o me traiciona, no deseo que se aleje ¿Sabes, por qué? La mejor forma de tomar venganza es mantenerlo cerca y ver cómo va muriendo lentamente; te diré la verdadera razón del por qué acepte la negociación, es simple, con un tiempo en prisión un ser despreciable como él se dará cuenta de que sus acciones tienen consecuencia.

— Pero tiene influencia, no será fácil-

— ¿Crees que solo me dedico a pintar cuadros nada más? Las personas a quién conozco son poderosas, mi madre no va a intervenir...ella decidió irse lejos, al parecer le resulta más fácil escapar de los problemas, quizás es el remordimiento o que sé yo, no dijo ni una palabra. —Decía al hacer una pausa, sintiendo la pena agobiarla.— Mi padre ahora aprovechará esta oportunidad para iniciar su carrera política, siempre es así alguien se beneficia con tu sufrimiento y debo sacar provecho al menos, recuerda esto Lucas que en esta vida debes ganar o morirás.