𝓐𝓵𝓸𝓷𝓮
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❝ Termina lo que empezaste.
La soledad siempre fue su mejor compañia.
Alana es una joven cientifica, atrapada en
las instalaciones de CRUEL. Su existencia
se reduce a una sola tarea: monitorear el
sujet...
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. . . ❪ L A B E R I N T O ),, ❜❜ :tulip: ੭ ⁾⁾ ╰─────────── • ·
SE ENCONTRABA FROTANDO en un vasto espacio blanco, sin arriba ni abajo, rodeada de ecos de voces y risas que apenas reconocía. Intentaba aferrarse a alguna memoria, cualquier fragmento de su pasado que pudiera darle una pista de su identidad. Pero, a medida que luchaba por mantener esas imágenes y sonidos, todo se desmoronaba a su alrededor, dejándola sola en el vacío. La sensación de soledad era aplastante, como si todo lo que alguna vez había conocido se hubiese desvanecido en la nada.
De repente, un dolor agudo la atravesó, arrancándola de ese abismo de olvido. Sus ojos se abrieron de golpe, su respiración era entrecortada y desorientada. Parpadeó varias veces, tratando de enfocar su visión en la penumbra que la rodeaba. Se encontraba en una cama dura y chirriante, en una habitación que parecía estar a punto de derrumbarse. Las paredes desnudas y mal construidas tenían grietas que se extendían como cicatrices, y el techo amenazaba con caer en cualquier momento.
Se incorporó lentamente, sintiendo el frío de la habitación en su piel. Sus pensamientos eran confusos, como si una densa niebla se hubiese instalado en su mente. La soledad del lugar reflejaba la desolación de su mente perdida, intensificando la sensación de vacío que la invadía.
Trató de recordar cómo había llegado allí, pero sus memorias eran fragmentos dispersos y borrosos, que se desvanecían antes de que pudiera atraparlos, estaba sola, esa fue la bomba que ocasiono su miedo.
Mientras exploraba la habitación con la mirada, su atención fue captada por un pequeño espejo en una de las paredes. Se levantó con esfuerzo y caminó hacia él, tambaleándose ligeramente. Apenas si la iluminación de las velas le permitían ver el lugar.
— ¿Quién soy? — murmuró, su voz resonando débilmente en la habitación vacía.
La sensación de urgencia crecía dentro de ella, impulsándola a moverse a pesar del miedo y la incertidumbre. Se volvió hacia la puerta, que parecía apenas mantenerse en sus bisagras.
La invadió el miedo, una sensación tan tangible que parecía pesar sobre sus hombros como una losa. Salió de la habitación con pasos vacilantes, cada crujido de la madera bajo sus pies resonando en el silencio sepulcral. No recordaba su nombre, ni de dónde venía, solo una sensación de urgencia y desasosiego que la empujaba a seguir moviéndose.
Atravesó el pasillo sombrío, siguiendo un instinto primitivo que la guiaba hacia lo desconocido. Las paredes a su alrededor se estrechaban, como si intentaran cerrarse sobre ella, alimentando su creciente claustrofobia. Al llegar a lo que parecía ser una puerta de salida, empujó con todas sus fuerzas y salió.
La oscuridad de la madrugada invadía el lugar, el aire frío y denso le cortaba la respiración. Sus ojos, aun adaptándose a la penumbra, comenzaron a distinguir formas vagamente conocidas. Era un lugar extraño, un terreno amplio rodeado por altas murallas que parecían tocar el cielo. Sentía la vastedad del espacio a su alrededor, y al mismo tiempo, la opresión de esas murallas gigantescas.
