𝓐𝓵𝓸𝓷𝓮
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❝ Termina lo que empezaste.
La soledad siempre fue su mejor compañia.
Alana es una joven cientifica, atrapada en
las instalaciones de CRUEL. Su existencia
se reduce a una sola tarea: monitorear el
sujet...
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11 | Memoria en la penumbra
SIRVIÓ EL ESTOFADO en el plato, tratando de mantener la misma cantidad para todos. Sartén le había explicado que debía ser justa con las raciones, asegurándose de no servir dos veces a la misma persona. Alana se concentró en recordar los rostros de quienes ya habían recibido su porción.
Justo cuando terminaba de servir un plato, Minho apareció en la fila, esperando su ración. Alana miró la fila y los platos que estaban a su lado. El chico mantenía su rostro serio, observándola con atención. Tomó el plato y sirvió el estofado al chico que estaba detrás de Minho, quien asintió con una sonrisa agradecida.
Cuando Alana se dispuso a servir el siguiente plato, notó la mirada insistente de Minho. — ¿Sucede algo? — le preguntó.
Minho respondió, — Te atreviste a brincarme.
Alana levantó una ceja y dijo, — Ya te he servido. Sartén dijo que no sirviera dos platos a la misma persona.
Minho chasqueó la lengua, mostrando su descontento mientras esperaba su plato. Alana lo miró desafiantemente, sintiendo cómo su paciencia se agotaba. Justo en ese momento, Sartén apareció, observando la interacción entre Minho y Alana con una sonrisa.
— Bien hecho — dijo Sartén, cruzando los brazos.
Alana miró al chef, confusa. Sartén explicó, — No me mires a mí. Minho siempre hace lo mismo con los novatos, esperando que sirvan injustamente.
Minho, con una sonrisa astuta, agregó, — Aun sigues en mi lista negra, novata. — Luego se retiró, dejando a Alana sorprendida pero satisfecha por haber pasado la prueba.
Alana observó cómo Minho se alejaba con esa peculiar mezcla de molestia y diversión en su expresión. Sartén le lanzó una mirada cómplice antes de volver a ocuparse de la cocina. Aunque había superado ese pequeño desafío, Alana aún se sentía un poco desconcertada por la dinámica entre los corredores.
Después de terminar de servir el último estofado, Alana buscó un momento para hablar con Sartén. — ¿Qué quiso decir Minho que estoy en su lista negra? — preguntó con curiosidad.
Sartén le dedicó una mirada comprensiva antes de responder. — Minho es así. Es un tipo duro de impresionar, pero una vez que te ganas su respeto, es leal como pocos. Colocarte en su 'lista negra' significa que te está probando, viendo si tienes lo necesario para estar aquí.
Alana asintió, procesando la información. — Entiendo. Supongo que esto es parte de la adaptación.
Sartén sonrió. — Exactamente. Pero no te preocupes, has hecho un buen trabajo hoy.
