𝓐𝓵𝓸𝓷𝓮
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❝ Termina lo que empezaste.
La soledad siempre fue su mejor compañia.
Alana es una joven cientifica, atrapada en
las instalaciones de CRUEL. Su existencia
se reduce a una sola tarea: monitorear el
sujet...
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. . . ❪ XII, ❜❜ :tulip: ੭ ⁾⁾ ╰─────────── • ·
12 | MINHO
ALANA AVANZABA CON PASO FIRME, el eco de sus botas resonando en los fríos pasillos del complejo. La tensión la mantenía alerta, pero su expresión era serena. Miraba a su alrededor de manera disimulada, evaluando cada rincón, cada cámara, cada guardia. El ambiente era más opresivo que nunca; el número de guardias había aumentado desde la última vez que estuvo allí.
Al llegar al elevador, presionó el botón con calma, manteniendo una fachada tranquila. Las puertas se abrieron con un suave pitido, y Alana entró. Sentía su corazón golpear en su pecho, pero mantenía el control. Siguió caminando cuando las puertas se abrieron nuevamente, ahora en el nivel del centro médico. Avanzaba sin titubear, aunque con cada paso sentía la presión creciente de lo que debía hacer.
Doblando una esquina, su respiración se detuvo por un instante: Janson caminaba por el pasillo, cuando pasó a su lado, Alana tomó con fuerza el arma, giró cuando el sujeto se alejó unos centímetros, estaba por levantar su arma, cuando recordó las palabras de Lawrence: "Ahora, te pregunto, Alana, ¿de verdad no quieres asesinar a Janson?"
El dedo de ella se alejó del gatillo, no era igual a él, no había venido por esa razón, aprovechó la oportunidad. Respiró hondo y continuó, girando rápidamente para evitar cualquier otro encuentro no deseado.
Entró en una habitación. Dentro, se movió con rapidez. Se quitó el casco y el uniforme, dejándolos caer al suelo con urgencia. Se vistió rápidamente con el traje médico que había dejado preparado, y con un gesto ágil, ató su cabello en una coleta alta. No podía permitirse errores. Salió de la habitación con pasos firmes,
Se detuvo frente a una puerta que requería identificación. Sus manos temblaban ligeramente mientras se quitaba el guante, exponiendo su pulgar desnudo. Alana estaba por poner su huella en el dispositivo electrónico, su respiración acelerada y sus pensamientos en un torbellino.
Sabía que al hacerlo podría activar una alarma, después de todo, ese era el protocolo para los desaparecidos. El dispositivo emitía un suave zumbido, esperando su contacto, mientras sus dedos temblaban en el aire, a escasos centímetros de la pantalla.
En ese momento, sintió una mano firme sobre la suya, deteniéndola justo antes de tocar la pantalla. Alana levantó la mirada con sobresalto y se encontró cara a cara con su tía política, la Ministra Ava Paige. El tiempo pareció detenerse entre ambas, el aire cargado de una tensión casi palpable. Alana tragó saliva, sin poder evitar el nudo que se formaba en su garganta.
Ava soltó su mano con calma, su expresión tranquila pero llena de una profundidad que Alana no había visto en ella en mucho tiempo. — Te arriesgas mucho, Alana — dijo Ava, su tono firme, pero no exento de preocupación.
