𝓐𝓵𝓸𝓷𝓮
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❝ Termina lo que empezaste.
La soledad siempre fue su mejor compañia.
Alana es una joven cientifica, atrapada en
las instalaciones de CRUEL. Su existencia
se reduce a una sola tarea: monitorear el
sujet...
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. . . ❪ VIII, ❜❜ :tulip: ੭ ⁾⁾ ╰─────────── • ·
8 | Recordar al otro
MINHO ROMPIÓ EL SILENCIO que seguía a la muerte de Winston, su voz baja y llena de incertidumbre — Se suponía que éramos inmunes.
Teresa, que estaba sentada al otro lado de la fogata, levantó la vista hacia él y respondió con un tono de resignación— No todos, supongo — La mirada que le lanzó a Minho parecía más pesada de lo normal, cargada de algo que ninguno de los demás podía identificar del todo.
—Si Winston pudo infectarse, también nosotros —continuó Newt, su voz baja, casi como si hablara para sí mismo, enfrentando una realidad que todos temían.
Sartén, que siempre había sido el optimista del grupo, finalmente rompió su silencio — Jamás creí decir esto, pero... era mejor el Área — Sus palabras sorprendieron a todos, pero cuando lo miraron, vieron una lágrima resbalar por su mejilla. El dolor de perder a Winston, de ver cómo alguien que había sido como un hermano para él caía víctima del virus, era casi insoportable.
El silencio volvió a caer sobre el grupo, cada uno lidiando con su dolor a su manera. Newt, sin embargo, no podía dejar de mirar a través de las llamas de la fogata. Sus ojos se fijaron en la figura de Alana, que estaba a unos metros de distancia, apartada del resto. Había permanecido distante desde que Winston murió, sumida en sus propios pensamientos oscuros.
Newt se levantó y se acercó a ella con cautela. Alana no lo miró al principio, pero cuando finalmente lo hizo, sus ojos estaban llenos de una mezcla de tristeza y determinación.
— Quiero que... nos hagamos una promesa — dijo ella, su voz temblando ligeramente. Newt la miró, sorprendido por la seriedad en su tono.
— Prométeme que, si uno de los dos muere antes que el otro, quien sea que quede vivo tendrá la obligación de... recordar al otro — continuó Alana, sus ojos clavados en los de Newt, buscando una respuesta.
Newt sintió un nudo en la garganta, pero en lugar de responder con palabras, se inclinó hacia ella y la besó, transmitiendo en ese gesto todas las emociones que las palabras no podían expresar. Cuando se separaron, él la miró profundamente, susurrando — No moriré, Alana, ni tú tampoco. Vamos a salir de esta juntos. Siempre estaremos juntos.
Alana estaba a punto de hablar, quizás para hacer una broma o decir algo para aligerar el ambiente, pero Newt la interrumpió con un suave — Te quiero, nanita — Sus palabras la dejaron sin aliento por un momento, y una sonrisa se dibujó en su rostro, pequeña pero llena de significado.
