𝓐𝓵𝓸𝓷𝓮
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❝ Termina lo que empezaste.
La soledad siempre fue su mejor compañia.
Alana es una joven cientifica, atrapada en
las instalaciones de CRUEL. Su existencia
se reduce a una sola tarea: monitorear el
sujet...
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. . . ❪ 28, ❜❜ :tulip: ੭ ⁾⁾ ╰─────────── • ·
28 | Alby.
DETUVO EL MOVIMIENTO de la mano de la chica, justo cuando estaba a punto de lanzarle un puñetazo.
— Despertaste de malas, Shank — mencionó Alana con un tono seco, apenas conteniendo una sonrisa de desafío.
Teresa se soltó del agarre, levantándose del catre con un movimiento brusco. Los rayos del sol comenzaban a entrar por los orificios de la construcción, proyectando sombras alargadas que se movían con la brisa matutina. Teresa se puso en pie, quedándose al lado de Alana por un momento, antes de salir hacia la claridad del día. Alana rodó los ojos y cerró la puerta tras de sí.
— Thomas no está — mencionó Alana, lo suficientemente alto para llamar la atención de la recién llegada. Teresa se detuvo, sin girarse, y Alana pasó a su lado, añadiendo — Es un corredor, salió al laberinto.
Alana continuó caminando, sin importarle si la novata la seguía o no. Había recibido instrucciones de Newt para darle el recorrido a la chica, pero Alana no le tomó importancia alguna, y menos cuando se despertó tarde y era la hora del desayuno. Mientras se acercaba a la cocina, saludó a algunos de los presentes en el camino, sintiendo la familiaridad del Claro a su alrededor. Finalmente, se detuvo frente a Sartén, que estaba repartiendo la comida.
— Qué gusto verte, Sartén —le dijo, justo cuando el chef justo cuando le entrego su plato de comida— ¿Has visto a Chuck?
Sartén negó con la cabeza y miró de reojo hasta que su vista se topó con la novata. Alana siguió su mirada y vio que Teresa la había seguido. Algunos de los presentes la observaban con curiosidad y recelo.
— Esa novata me recuerda a alguien — comentó Sartén, sus ojos aún fijos en Teresa.
— Ni lo digas. Yo no llegué con una nota espantando a todo el Claro — dijo Alana, su voz tensa y sin emoción.
— No es eso, Alana —respondió Sartén, girando su atención hacia ella—. Sabes a lo que me refiero.
Alana observó a la novata, sintiendo viejos recuerdos revolotear en su mente como fantasmas. Rodó los ojos y tomó otro plato de comida antes de dirigirse hacia Teresa. — Sígueme — dijo sin más palabras, su tono brusco.
Teresa la siguió hasta una mesa vacía, donde Alana dejó el plato de comida. Alana dio el primer bocado mientras Teresa se sentaba, mirando fijamente el plato de comida con desconfianza.
— Si hubiéramos querido matarte, yo misma lo habría hecho cuando saliste de esa caja —dijo Alana, ganando la atención de la chica. Después recapacitó sobre lo que menciono — No tiene veneno, ¿lo ves? —Dio otro bocado para demostrarlo.
