𝓐𝓵𝓸𝓷𝓮
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❝ Termina lo que empezaste.
La soledad siempre fue su mejor compañia.
Alana es una joven cientifica, atrapada en
las instalaciones de CRUEL. Su existencia
se reduce a una sola tarea: monitorear el
sujet...
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. . . ❪ 15, ❜❜ :tulip: ੭ ⁾⁾ ╰─────────── • ·
15 | Transformación.
LOS DÍAS PASABAN con una monotonía inquietante. Alana estaba desinfectando el corte de uno de los chicos de la cocina, realizando la misma rutina de cada día. Pronto las puertas del laberinto se cerrarían, todos irían a cenar y ella cubriría el turno de la noche. El chico sonrió y regresó a la cocina, y Alana salió un momento de la enfermería, buscando un respiro.
No había visto a Newt en todo el día, lo cual la tenía inquieta. Cuando Jeff llegó, le dio una palmada en la espalda a Alana, indicándole que su turno había terminado y que ella debía regresar en unas horas. Sin mucho más que hacer, Alana se dirigió a la cocina, esperando matar el tiempo allí.
Sartén la vio llegar y dejó que los chicos terminaran con el resto de la comida antes de tomar asiento frente a Alana. La examinó con una mirada curiosa mientras ella mantenía su vista fija en los jardines, buscando sin éxito a Newt.
— No soy doctor, pero veo que estás algo preocupada. Es por el rubio, ¿no? — dijo Sartén, rompiendo el silencio.
Alana lo miró, sintiéndose descubierta. Todos en el Claro sabían que en las últimas dos semanas ella y Newt se habían vuelto muy unidos.
— No es por él. Estoy algo cansada — dijo Alana, tratando de controlar sus emociones.
— Sí, claro, lo que digas. Mi cena te levantará el ánimo — dijo Sartén con una sonrisa.
— Eso espero, muero de hambre. Por cierto, Sartén... — comenzó a decir Alana, pero se detuvo cuando vio que Sartén se levantaba abruptamente, mirando en dirección a las puertas del laberinto.
Alana siguió su mirada y, al ver la expresión de alarma en el rostro de Sartén, se levantó y salió corriendo de la cocina. Algunos de los habitantes dejaron sus trabajos y comenzaron a agruparse alrededor de la entrada del laberinto. Alana empujó a la multitud a un lado, abriéndose paso para ver qué estaba ocurriendo.
Un corredor había llegado y se había desplomado sobre el césped, colapsando. La multitud retrocedió, llena de temor e incertidumbre. Alana se acercó al chico lentamente y se puso en cuclillas a su lado, tomando su pulso. Sus ojos se agrandaron de horror al sentir la debilidad en el ritmo cardíaco del corredor.
De repente, el chico comenzó a levantarse, sus ojos inyectados en sangre. Escupió un líquido viscoso y negro antes de colapsar nuevamente. Alana cayó hacia atrás por el susto, mirando fijamente al corredor que yacía inconsciente.
Los presentes comenzaron a murmurar y retroceder aún más, temerosos de acercarse. Clint y Jeff llegaron corriendo, alarmados por los gritos. Clint se arrodilló junto al corredor, examinando la situación rápidamente.
