𝓐𝓵𝓸𝓷𝓮
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❝ Termina lo que empezaste.
La soledad siempre fue su mejor compañia.
Alana es una joven cientifica, atrapada en
las instalaciones de CRUEL. Su existencia
se reduce a una sola tarea: monitorear el
sujet...
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29 | Resilencia.
NEWT SE ABRIÓ PASO entre algunos de los habitantes, quedando frente a las grandes puertas del laberinto. La mayoría de los habitantes iluminados por las antorchas, mientras el ambiente se cargaba de tensión y miedo palpable. El sonido de las puertas del laberinto resonaba ominosamente, haciendo eco en el claro. La mayoría de los habitantes se taparon los oídos, incluidos Alana y Newt, quienes intercambiaron una mirada cargada de preocupación y determinación.
El ambiente estaba cargado de electricidad y miedo. El aire se sentía denso y opresivo, como si el mismo laberinto estuviera respirando su amenaza sobre ellos. Cada crujido y chirrido de las puertas del laberinto parecía amplificar la tensión en el ambiente.
Miraron hacia el oeste, donde la puerta comenzó a abrirse, seguida de la del sur y la del norte. El sonido metálico y retumbante de las puertas abriéndose enviaba escalofríos por sus espinas. La vista de las puertas abriéndose lentamente hacía que el corazón de Alana latiera más rápido, una mezcla de terror y adrenalina inundando sus venas.
— Oye, Chuck, quiero que vayas y bloquees todas las puertas — alcanzó a oír, mientras seguía mirando las puertas con una mezcla de fascinación y terror.
— Winston, ve con Chuck — escuchó la voz de Newt, sacándola momentáneamente de su trance.
— Seguro — respondió Winston, pasando a su lado con rapidez.
— Busca a los demás — dijo Gally, su tono firme y autoritario. Alana lo miró, captando la urgencia en sus palabras. — Diles que se oculten en el bosque — Fue Adam quien acató las órdenes y salió del grupo, corriendo hacia los demás habitantes. — ¡Ya!
— Minho, toma todas las armas que encuentres — dijo Thomas con determinación. — Te veré en la casa.
Alana no reaccionó en aquel momento, perdida en sus pensamientos y en el miedo que la envolvía. Sintió una mano tomar la suya; era Newt. — Alana —dijo con urgencia, apretando su mano para sacarla de su ensimismamiento.
Alana miró por última vez las grandes puertas antes de comenzar a correr al lado de Newt. Sartén venía más adelante, al igual que Clint. La sensación de peligro inminente la impulsaba a seguir corriendo, su corazón latiendo con fuerza en su pecho. La vista de las puertas abriéndose lentamente, dejando entrever la oscuridad del laberinto, se quedó grabada en su mente, alimentando su miedo y su determinación a partes iguales.
El grupo corrió hacia la casa del mapeo, sus pasos resonando en el suelo mientras la tensión se acumulaba a su alrededor. El ambiente estaba cargado de una electricidad palpable, y el aire era denso y pesado con el miedo y la anticipación. Alana sentía el latido de su corazón acelerado en sus oídos, y cada respiración era un esfuerzo consciente mientras intentaba mantener el ritmo con los demás.
