𝓐𝓵𝓸𝓷𝓮
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❝ Termina lo que empezaste.
La soledad siempre fue su mejor compañia.
Alana es una joven cientifica, atrapada en
las instalaciones de CRUEL. Su existencia
se reduce a una sola tarea: monitorear el
sujet...
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. . . ❪ XIV, ❜❜ :tulip: ੭ ⁾⁾ ╰─────────── • ·
14 | AVA PAIGE
NEWT Y ALANA CORRIERON a toda velocidad hacia el campamento, esquivando los destellos de balas y las llamas que parecían devorar todo a su paso.
Los gritos resonaban en sus oídos, mezclándose con el estruendo de las explosiones. A su alrededor, los miembros del Brazo Derecho luchaban por mantenerse firmes, defendiendo su posición en un caos absoluto.
De pronto, se encontraron con Minho y Sartén. Sartén soltó una risa nerviosa y gritó: — ¡Qué gusto verlos, pedazos de shanks!
Minho, más serio, se adelantó con urgencia. — ¿Dónde está Thomas?
Alana miró frenéticamente a su alrededor, buscando alguna señal del chico, pero él no estaba a la vista. Justo entonces, Vince gritó con desesperación: — ¡Harriet, trae balas!
Minho no perdió tiempo. — ¡Vamos! —ordenó, y los tres se movieron rápidamente para unirse al grupo.
— ¿Cómo los ayudamos? — preguntó Sartén, tratando de mantener la calma mientras esquivaba un destello de fuego.
Harriet, cargando cajas de municiones, respondió rápidamente: — ¡Tienen que cubrirnos!
Vince apareció corriendo hacia ellos, con el ceño fruncido y una mirada decidida. — ¡Municiones! — gritó, lanzando un rifle a Minho — ¿Oye, sabes usar una de estas?
Minho asintió, sin perder un segundo, cuando Vince habló — ¡Cúbreme! ¡Es nuestra última esperanza!
Los disparos continuaban en todas direcciones. Newt, decidido, tomó un arma y se unió a la defensa, disparando con precisión hacia los guardias que intentaban acercarse. Alana, detrás de ellos, recogió otra arma, un rifle que no estaba segura de cómo usar. Newt, sin apartar la vista del enemigo, le dio instrucciones rápidas.
— ¡Sujétalo firme, apunta y aprieta el gatillo, Alana! ¡No pienses, solo dispara!
Alana asintió, sintiendo el peso del rifle en sus manos. Respiró hondo y, con un temblor en los dedos, comenzó a disparar. Sus primeros tiros fallaron, pero luego logró darle en la pierna a uno de los guardias, lo que le dio una pequeña oleada de satisfacción. Pero esa sensación duró poco.
— ¡Vince, son demasiados! — gritó Harriet, jadeando mientras recargaba su arma.
— ¡Podemos lograrlo! — respondió Vince con determinación, aunque su voz traicionaba una sombra de duda.
