𝓐𝓵𝓸𝓷𝓮
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❝ Termina lo que empezaste.
La soledad siempre fue su mejor compañia.
Alana es una joven cientifica, atrapada en
las instalaciones de CRUEL. Su existencia
se reduce a una sola tarea: monitorear el
sujet...
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09 | Un Despertar en el Abismo
UN ESTRUENDO RETUMBÓ por los deteriorados pasillos, seguido de chirridos y crujidos espeluznantes que sacudieron a Alana de su sueño. Sobresaltada, cayó al suelo de la habitación en la que se encontraba, donde la luz del día comenzaba a filtrarse a través de las paredes agrietadas, iluminando débilmente el entorno.
Sus ojos rápidamente escanearon la habitación y se encontraron con los del chico, cuyos rasgos ahora eran más notorios bajo la luz creciente.
— Tranquila, estás a salvo aquí. No hay nada de qué temer — dijo el chico tranquilizadoramente.
Alana se puso de pie con cautela, consciente de estar en un lugar extraño junto a un desconocido. Demasiadas preguntas invadieron su mente, pero antes de que pudiera formularlas, escuchó pasos y murmullos acercándose. Busco desesperadamente un lugar donde ocultarse, las limitaciones eran muy pocas debido la estructura del lugar era siempre, además de que las paredes estaban hechas de tablones.
Sin opciones, se deslizó debajo de la cama del chico. Él no pudo evitar reír ligeramente, aunque el dolor todavía estaba presente en su expresión.
Dos personas irrumpieron en la habitación, sorprendidos al ver al chico despierto. La sonrisa del joven desapareció al instante al reconocer a los recién llegados.
— ¡Newt! — Uno de ellos mencionó el nombre del chico, cuyo nombre resonó en la mente de Alana mientras permanecía oculta bajo la cama.
Jeff y Minho entraron apresuradamente en la habitación, sus rostros reflejando la preocupación que sentían por Newt. Jeff se acercó rápidamente a la cama, inspeccionando las vendas ensangrentadas en la pierna de Newt.
— ¡Newt! Tienes que descansar más días. ¿Por qué intentaste caminar? — regañó Jeff, con voz autoritaria.
Newt se encogió de hombros, mostrando una expresión de dolor y resignación. Minho, por su parte, soltó un comentario sarcástico.
—¿Qué pasa, Newt? ¿Tu pie te está dando problemas? — dijo Minho, sonriendo con su característico humor ácido.
Jeff, viendo que Newt realmente necesitaba más cuidados, se dirigió al otro lado de la habitación en busca de vendajes frescos. Revisó el estante meticulosamente, pero de repente se detuvo, recordando algo importante. Miró sobre el catre, y al no ver a la persona que habían dejado allí, se alarmó.
—¿Dónde está? — murmuró Jeff, alarmado.
Se apresuró a buscar en las otras habitaciones de la enfermería, su mente llena de preocupación. Minho, al ver la reacción de Jeff, levantó una ceja.
