XIII

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❪ XIII, ❜❜  :tulip: ੭ ⁾⁾
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13 | Caos


EL SOL COMENZABA A DESCENDER, bañando el paisaje con tonos dorados y naranjas. Alana se detuvo a su lado, y durante unos instantes, ninguno de los dos dijo nada.

Newt fue el primero en romper el silencio, con un tono suave y pensativo.

— Es hermoso, ¿verdad? — dijo, sin apartar la vista del atardecer.

Alana asintió, su mirada fija en el cielo que se encendía de colores cálidos. Sin embargo, no podía ignorar la tensión en el aire, el pulso acelerado en su pecho que se negaba a calmarse. Sus pensamientos se agolpaban, confusos, llenos de preguntas y emociones encontradas. Pero al mirar a Newt, todo ese caos se desvaneció por un momento.

— Sí, lo es — respondió finalmente, su voz apenas un murmullo, como si temiera romper el encanto del momento.

Newt giró la cabeza y la miró con una expresión que Alana no supo descifrar del todo. Había algo en sus ojos, algo profundo, vulnerable, como si estuviera luchando con las mismas emociones que ella. Lentamente, Alana sintió cómo él se acercaba, sus movimientos cautelosos, casi como si temiera que el simple hecho de moverse rompiera el hechizo.

Los ojos de Alana se encontraron con los de Newt, y en ese instante, todo el mundo pareció desaparecer. Todo lo que existía era él: su mirada intensa, el suave sonido de su respiración, el calor de su cercanía.

Sintió su corazón latir con fuerza, cada latido resonando en sus oídos, mientras sus cuerpos se inclinaban el uno hacia el otro, como atraídos por una fuerza invisible.

Newt levantó una mano lentamente, rozando con suavidad la mejilla de Alana. Ella cerró los ojos, sintiendo el contacto cálido de sus dedos, y dejó escapar un suspiro tembloroso. Sus labios se acercaron, titubeantes, pero seguros al mismo tiempo, y cuando finalmente se encontraron, el mundo estalló en mil sensaciones.

El beso fue suave al principio, una simple exploración, como si ambos estuvieran probando el terreno desconocido. Pero rápidamente se volvió más urgente, más profundo, como si hubieran encontrado una respuesta a todas sus preguntas en ese único momento.

Alana sintió que el tiempo se detenía, que el universo se contraía alrededor de ellos, envolviéndolos en una burbuja de emoción pura y sin reservas.

Newt la sostuvo con delicadeza, su otra mano encontrando su camino hacia la nuca de Alana, enredando sus dedos en su cabello. Ella respondió con la misma intensidad, sintiendo que cada fibra de su ser se encendía al contacto. El beso fue una declaración, una promesa silenciosa, algo que ninguno de los dos se había atrevido a admitir antes, pero que ahora era imposible negar.

𓂃࣪𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐳𝐞 𝐑𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫 |  Alone 𓏲ּ  NewtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora