𝓐𝓵𝓸𝓷𝓮
✁・・・
❝ Termina lo que empezaste.
La soledad siempre fue su mejor compañia.
Alana es una joven cientifica, atrapada en
las instalaciones de CRUEL. Su existencia
se reduce a una sola tarea: monitorear el
sujet...
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. . . ❪ XV, ❜❜ :tulip: ੭ ⁾⁾ ╰─────────── • ·
15 | PRIMERA VEZ QUE TE CONOCÍ
LA SALA ESTABA ILUMINADA por luces frías que brillaban sobre las cabezas de los jóvenes que esperaban su turno. Había un silencio tenso, roto solo por el leve zumbido de los ventiladores en el techo y el sonido de las puertas automáticas que se abrían y cerraban a intervalos regulares.
Los chicos estaban sentados en filas, cada uno en su propio cubículo, concentrados en las pantallas frente a ellos. Pero Newt no podía concentrarse. No en ese momento, no con lo que estaba por suceder.
Estaba sentado entre Alby y Minho, sus amigos de siempre. Minho estaba absorto en su pantalla, respondiendo el examen con una velocidad que dejaba claro que lo estaba disfrutando. Alby, en cambio, estaba serio, como siempre, con el ceño fruncido mientras leía las instrucciones del examen. Newt, sin embargo, tamborileaba los dedos nerviosamente sobre la mesa, sin poder dejar de pensar en lo que tenía planeado.
Era el día en que visitaría a su hermana.
Sabía que no estaba permitido. Las reglas eran claras: una vez dentro del programa de CRUEL, no había contacto con el mundo exterior, ni siquiera con la familia. Pero Newt no podía ignorarlo. Su hermana era lo único que tenía antes de que todo se volviera un caos, antes de que lo seleccionaran para las pruebas. Y aunque sabía que se estaba arriesgando mucho, no podía simplemente dejar de intentarlo.
Alby notó su inquietud y lo miró de reojo, levantando una ceja.
— ¿Qué te pasa, Newt? — susurró, manteniendo la voz baja para que los supervisores no los oyeran. — Pareces un maldito gato nervioso.
Newt apartó la mirada de la pantalla, dándose cuenta de que no había respondido ni una sola pregunta del examen. Se pasó una mano por el cabello, frustrado.
— No es nada — murmuró, pero Alby no se dejó engañar. Era su amigo desde hacía demasiado tiempo como para no darse cuenta de cuándo algo andaba mal.
Minho, que había terminado su sección del examen, se inclinó hacia ellos, su típica sonrisa arrogante en los labios.
— Vamos, ricitos, escúpelo. Sabes que no vas a poder concentrarte hasta que lo sueltes.
Newt miró a sus dos amigos, sabiendo que no podía contarles toda la verdad, pero también sabiendo que no tenía caso mentirles del todo.
