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❪ V, ❜❜  :tulip: ੭ ⁾⁾
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5 | Escape

ALANA REPASABA TODO EN su mente, tratando de encontrar algún punto de escape mientras yacía recostada boca abajo en la camilla. Sus muñecas y tobillos estaban atados firmemente, y un frío sudor recorría su espalda.

Sentía la presión de algo extraño contra su nuca, un instrumento manejado por uno de los doctores. De pronto, un pitido agudo resonó en la habitación, arrancando un gemido involuntario de sus labios.

— ¿Janson de verdad querrá hacer esto? —preguntó uno de los doctores, su voz temblorosa.

— Sé que es una lástima — respondió el otro —, pero él tiene planes para la chica desde que la envió al laberinto. — Se inclinó hacia Alana, su aliento frío en su oído. — Descuida, Alana, no recordarás nada de esto.

Alana trató de concentrarse en las palabras, pero su mente estaba nublada. Justo cuando el doctor frente a ella se preparaba para continuar, la puerta se abrió de golpe, reverberando con un estruendo que hizo temblar las paredes.

— ¡¿Qué demonios?! — exclamó el primer doctor, retrocediendo en shock.

El doctor frente a ella se sobresaltó, su mirada girando hacia la puerta. — Ah, Dra. Crawford... ¿Cómo...? — comenzó a decir, pero se detuvo al ver a los chicos entrar con determinación, interrumpiendo lo que estaba a punto de hacer.

— ¡Esperen! Tranquilos, tranquilos — suplicó uno de los doctores al ver a Newt, Minho, y Aris abalanzarse sobre ellos.

— ¡Alana! — gritó Newt, corriendo hacia la camilla. Aris llegó a su lado, y juntos comenzaron a desatarla.

Newt la tomó en sus brazos, su corazón latiendo con fuerza al sentir lo frágil que se encontraba. Minho, con un arma en mano, los cubría, bajando el cañón solo cuando estuvo seguro de que no había más peligro inmediato.

Alana, con un esfuerzo débil, se acomodó el cabello detrás del cuello, ocultando la zona que los doctores habían manipulado.

Entregando el arma a Minho, quien apuntó a los doctores, Thomas, con la furia chispeando en sus ojos — ¿Dónde está? ¿Dónde está? — exigió, su voz cargada de desesperación.

Se acercó a una de las camillas, apartando bruscamente la cortina. Ahí, entre las sábanas blancas, estaba Teresa, pálida y débil, pero consciente.

Thomas se inclinó sobre Teresa, con el corazón en la garganta. — Teresa, ¿qué te hicieron?

Teresa parpadeó, su voz débil pero reconocible. — ¿Thomas?

Mientras tanto, Newt se acercó a uno de los doctores, la furia en sus ojos más evidente que nunca. — ¡Deme las manos! — ordenó mientras comenzaba a atar al doctor con tiras de tela improvisadas.

𓂃࣪𝐓𝐡𝐞 𝐌𝐚𝐳𝐞 𝐑𝐮𝐧𝐧𝐞𝐫 |  Alone 𓏲ּ  NewtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora