Capítulo 6.

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Tengo ese sentimiento de ansiedad, pero se va por un minuto cuando estoy contigo respirando

Tengo ese sentimiento de ansiedad, pero se va por un minuto cuando estoy contigo respirando

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Una semana paso y no volviste a ver a Dooshik. En el restaurante, su ausencia se hizo cada vez más notoria, hasta que Pilwon, con una indiferencia que te enfurecía, decidió tomar su ausencia como una renuncia definitiva. No hubo despedida, no hubo explicación. Simplemente, Dooshik desapareció de tu vida como un sueño que se desvanece al amanecer.

Te sentías triste, una tristeza pesada y persistente que se instaló en tu pecho. Dooshik había sido un rayo de luz en la oscuridad a pesar de que pasaron pocos días juntos, y ahora, sin él, esa oscuridad parecía más densa. No era solo su compañía lo que extrañabas; era la sensación de tener a alguien a tu lado, alguien que compartía tu dolor y tus miedos.

Mientras tanto, Pilwon continuó obligándote a ti y a Jooha a cumplir sus demandas cada vez más degradantes. Cada día parecía traer un nuevo horror, y las cosas empeoraron cuando más hombres comenzaron a llegar al restaurante. La atmósfera se volvió sofocante, llena de miradas lascivas y palabras susurradas que te helaban la sangre.

Te sentías atrapada, sin escapatoria, viendo cómo Pilwon ejercía su control con una crueldad que parecía no tener límites. Te dolía ver a Jooha sufrir a tu lado, su espíritu quebrantándose un poco más con cada día que pasaba. La situación se volvió insostenible, y en tus momentos más oscuros, te preguntabas si alguna vez encontrarías la fuerza para liberarte de las garras de Pilwon y de ese lugar que había transformado tu vida en una pesadilla.

En una de esas tantas noches en las que regresbas completamente cansada por complacer a todos los hombres que Pilwon llevaba al restaurante, el novio de Jooha te estaba esperando afuera de tu apartamento. El chico se veía muy mal, sus ojos rojos e hinchados, mostrando que había llorado mucho y que necesitaba desahogarse con alguien, pero que no iba hacer con Jooha, si no contigo.

Él insista que tal vez si hablaban los tres con Pilwon las cosas iban hacer diferentes, que la deuda se podría pagar con las perlas de Jooha, pero que él mismo lo hiciera y no con otras personas. Tú intentabas explicarle a Dani que hablar con Pilwon era como meter un pie en el infierno, que con él no era solo hablar y las cosas iban a arreglarse, era mucho peor y no querías que Dani se relacionará con Pilwon ya que él no sabía nada de la relación que tenía con tu hermano.

Dani seguía insistiendo hasta el punto que se estreso y tiro los floreros que tenías en una pequeña repisa, era la primera vez que lo veías así de violento y no dudaste en llamar a Jooha para que subiera por él. Tu hermano al entrar lo miró con los ojos llenos de tristeza y con un cansancio que parecía pesarle en el alma. Sabía que Dani lo hacía por amor, pero la propuesta era tan aterradora para los dos.

— No entiendes, Dani. Hablar con Pilwon no es una opción. No hará ningún trato, no cambiará las condiciones. Esto es lo que hay — respondió, tratando de mantener la voz firme.

Camino De Espinas | Kang DooshikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora