"Llevar el pasado de alguien es como caminar descalzo por un camino de espinas, pero el amor que él sentía por mí transformó cada espina en pétalos, convirtiendo mi sendero en un camino de rosas."
Escrito por | Zoy
Ilustrado por | Inking
Fanfic narr...
Junta tus labios con los míos otra vez que quiero amarte y decirte lo que sé
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Chun Bae se levantó con la cabeza palpitando, el sabor amargo de la resaca aún lo tenía presente en su boca. Se tomó un momento para orientarse, los recuerdos de la noche anterior se mezclaban confusamente en su cabeza. Al abrir los ojos por completo, se dio cuenta de la escena que tenía a un lado de él: Dooshik, su amigo, te estaba abrazando a ti, ambos profundamente dormidos. Una suave expresión de paz iluminó el rostro de Dooshik, algo que rara vez Chun Bae vio en él.
Sintió un alivio inesperado. Era como si, por un breve instante, todas las preocupaciones y las cargas que pesaban sobre Dooshik se hubieran desvanecido gracias a tu presencia. Una sonrisa se formó en los labios del rubio mientras los observaba, una mezcla de ternura y envidia.
Decidió dejarlos dormir un poco más y se levantó con cuidado para no hacer ruido. Caminó hasta la sala, con la esperanza de despejar su mente del dolor de cabeza que lo estaba atormentando y del peso de la promesa que había hecho a su jefe. Él se había comprometido a llevar de regreso a Dooshik a Seúl, una tarea que ahora parecía aún más complicada al ver la paz que había encontrando contigo.
Se desplomó en el sofá, el dolor punzante en su cabeza era un recordatorio constante de las decisiones que tenía que tomar. Respiró hondo, tratando de aclarar sus pensamientos, consciente de que el futuro de su amigo estaba en sus manos y de que cualquier decisión afectaría no solo a Dooshik, si no que también a ti.
Mientras seguía pensando, el sonido de unos pasos ligeros interrumpió sus pensamientos. Giró la cabeza hacia la entrada de la sala, aún perdido en sus propios dilemas, cuando de repente vio una figura acercándose lentamente. Eras tú, con el cabello despeinado y los ojos medio cerrados, como si todavía estuvieras atrapada entre el sueño y la vigilia.
El susto fue inmediato. Sin pensar, el rubio soltó un grito: ─ ¡Pareces un espanto! ─ las palabras resonaron en la sala, y te detuviste en seco, mirándolo con sorpresa y un toque de diversión en tus ojos.
Chun Bae se dio cuenta de su reacción exagerada, pero la imagen que tenía de ti durmiendo no se compraba con la imagen que tenía de ti recién levantada. Esbozaste una sonrisa somnolienta y Chun Bae aún con el corazón acelerado por el susto, comenzó a reír nerviosamente.
─ Lo siento ─ dijiste en un bostezo.
─ No esperaba verte levantada tan temprano. Me asustaste ─ negó repetidas veces intentando minimizar que era un asustadizo ─ No me asustaste, solo fue... Verte despeinada.
Te acercaste al sofá, riendo suavemente y sentándote frente al rubio ─ Por un momento pensé que ya era tarde ─ bostezaste ─ Pero fue divertido pegarte un susto. Creo que nunca me habían llamado un espanto antes ─ reíste.
La tensión se disipó rápidamente, y ambos compartieron una sonrisa. A pesar del susto inicial, Chun Bae se sintió agradecido por como le dispersaste los pensamientos que tenía con tanta preocupación.
