Capítulo 7.

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Tengo un gusto por hombres mayores, siempre ha sido así, no es sorpresa

Al ver que no tuviste respuesta por parte de él, te agachaste rápidamente para poder sacar su miembro de sus pantalones

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Al ver que no tuviste respuesta por parte de él, te agachaste rápidamente para poder sacar su miembro de sus pantalones.

─ ¿Eh? ¡T-Tn! ─ exclamó.

Lo sacaste por completo, su tamaño era bastante grande y eso te hizo sentir nerviosa. Bajaste más la cabeza para pasar la lengua, pero Dooshik te detuvo y levantaste la mirada.

─ ¿N-no quieres? ¿Conmigo... No?

Sus ojos se clavaron en ti y entonces se hecho a reír ─ Ay, Dios ─ suspiró ─ Eres una niña muy linda, en serio.

Tu confusión era bastante grande, él seguía riendo hasta que viste como comenzó a negar.

─ ¿Es por mi edad? ─ lo miraste triste ─ ¿Crees que soy muy pequeña para ti? ─ él no respondió ─ Siempre me han atraído los hombres mayores.

─ Entonces lo tengo que hacer bien, ¿no crees?

Te quedaste confundida por un segundo hasta que sentiste sus labios sobre tu mejilla, diste un pequeño saltito y entonces las manos de Dooshik rodearon tu cintura acercándote a su cuerpo. Una tierna sonrisa se poso en sus labios y comenzó a llenarte la mejilla de besos, sonreíste ante su acción y entonces tomó tu barbilla con delicadeza, sus labios se acercaron a los tuyos en un beso intenso y lujurioso. No había suavidad ni timidez en aquel beso; era una explosión de pasión contenida, una declaración de un anhelo profundo. Sus bocas se movían con urgencia, explorándose mutuamente, devorándose como si no hubiera un mañana.

Las manos de Dooshik recorrieron tu espalda, atrayéndote más a su cuerpo, mientras tu te aferrabas a sus hombros, respondiendo con igual fervor. El beso se profundizó, convirtiéndose en una danza salvaje de lenguas y suspiros, cada uno tratando de absorber todo el deseo y la necesidad del otro.

Entonces, en medio de aquel frenesí, Dooshik mordió suavemente tu labio inferior. Dejaste escapar un suave quejido, una mezcla de sorpresa y placer, que vibró en la sala. El sonido hizo que Dooshik sonriera contra tus labios, intensificando el beso mientras sus manos seguían recorriendo tu cuerpo con una desesperación contenida.

Sentiste una segunda mordida, te quejaste nuevamente, esta vez un poco más fuerte, pero sin apartarse. El dolor y el placer se entremezclaban, creando una sensación embriagadora que te hacía desear más. Tus manos se enredaron en el cabello de Dooshik, atrayéndolo aún más a ti, dejando que aquel momento de pasión desenfrenada los consumiera por completo.

Te alejaste un poco para recuperar el aire, colocaste las manos sobre el pecho de Dooshik y pudiste sentir como subía, y bajaba por la falta de oxígeno.

─ E-esto es... Una mala idea.

─ ¿Hm? ¿Por qué?

─ Es que ─ miraste a otro lado nerviosa ─ Y-yo... Me... Me da... Miedo.

Camino De Espinas | Kang DooshikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora