El hospital olía a desinfectante. El sonido de los monitores y los pasos apresurados del personal llenaban los pasillos. Tú y Dooshik habían llegado en condiciones críticas, ambos heridos gravemente por las cosas que Daehwi y sus hombres les habían hecho. Una doctora se encargaba de ti, vigilando cada signo vital, cada pequeño movimiento de tus músculos adoloridos. Estabas al borde del colapso, pero ella mantenía tu cuerpo bajo control, tratando el trauma nervioso que te había dejado el secuestro de ese hombre.
Te habían ordenado reposo absoluto, pero en cuanto abriste los ojos, una sola idea ocupaba tu mente: Dooshik. Intentaste levantarte, aunque tu cuerpo se negaba. Cada paso que dabas en esos pasillos helados era un gran esfuerzo, pero la necesidad de encontrarlo te empujaba más allá del dolor.
Las enfermeras intentaban detenerte, con gestos amables pero firmes, insistiéndote que volvieras a tu habitación. Pero no podías, no querías. Dooshik era lo único que importaba. La ansiedad te quemaba por dentro, y aunque las piernas te temblaban, te negabas a dar marcha atrás.
Finalmente, una de las enfermeras, conmovida por tu desesperación, cedió. Te llevó a la habitación donde Dooshik descansaba. Al entrar, tus ojos recorrieron el lugar con rapidez hasta encontrarlo. Allí estaba, tendido en una cama, cubierto de vendajes y conectado a varias máquinas que monitoreaban su estado. El sonido de los monitores marcaba su ritmo cardíaco, constante pero débil. Tu corazón se rompió al verlo en esa condición, tan vulnerable.
Las lágrimas comenzaron a brotar sin control. No podías creer lo que estabas viendo. El hombre que siempre había sido tan fuerte ahora estaba allí, indefenso.
─ El paciente estará inconsciente al menos… Por unos días ─ te informó la chica detrás de ti.
La enfermera te hablaba, pero las palabras parecían ahogarse en tu mente. Negaste con la cabeza, las lágrimas comenzaron a salir recorriendo tus mejillas. La culpa te asfixiaba. No querías que él estuviera así, y menos por ti. Pero ya no había vuelta atrás. Lo único que podías hacer ahora era esperar. Esperar a que él despertara.
— Dooshik — tomaste su mano, fría y sin movimiento — Eres tan necio... No quería ir contigo por esto, no quería seguir contigo por esto — sollozaste, las palabras apenas salían de tu boca — Eres una buena persona... ¿Por qué te involucras con alguien como yo? — tus lágrimas fluyeron con más intensidad — Solo te he traído desgracias...
Apretaste los labios con fuerza, tratando de contener el dolor que sentías.
— Por favor... Despierta, regresa conmigo.
Tus ruegos se ahogaron entre sollozos, y la desesperación llenó la habitación.
●●●
Los días pasaban lentamente, como si el tiempo mismo se hubiera detenido dentro de la habitación donde Dooshik seguía tendido, inmóvil, atrapado en un sueño del que no parecía poder escapar. A pesar de tus súplicas silenciosas, de las miradas constantes que le lanzabas, su respiración seguía siendo controlada por las máquinas. No había cambio. No había mejoría. Te aferrabas a la esperanza de que tal vez al día siguiente, o el siguiente, Dooshik abriría los ojos. Pero cada día que despertabas en la misma silla, en la misma habitación, el vacío solo crecía.
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Camino De Espinas | Kang Dooshik
Fanfiction"Llevar el pasado de alguien es como caminar descalzo por un camino de espinas, pero el amor que él sentía por mí transformó cada espina en pétalos, convirtiendo mi sendero en un camino de rosas." Escrito por | Zoy Ilustrado por | Inking Fanfic narr...