"Llevar el pasado de alguien es como caminar descalzo por un camino de espinas, pero el amor que él sentía por mí transformó cada espina en pétalos, convirtiendo mi sendero en un camino de rosas."
Escrito por | Zoy
Ilustrado por | Inking
Fanfic narr...
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Seunghyun se disculpó con Dooshik por lo sucedido con tu cabello. Sin embargo, antes de marcharse por completo, te entregó una pequeña caja, indicándote que dentro había un pastel, pensado para levantarte un poco el ánimo.
Una vez que él se fue, te volviste hacia Dooshik, quien seguía de pie, visiblemente agotado. Sabías que las enfermeras lo estaban buscando para que descansara, ya que su condición aún no era estable. Te apresuraste a ayudarlo a regresar a su habitación, caminando a su lado mientras él se apoyaba ligeramente en ti. Su paso era lento, pero firme, como si no quisiera mostrarte cuán débil realmente se sentía.
Ya de vuelta en la habitación, Dooshik se recostó sobre la camilla y tú abriste la pequeña caja sentándote a su lado en la silla de siempre, revelando el pastel que había dentro. Era de chocolate, y el aroma dulce inundó la habitación.
— El chocolate sabe demasiado bien — comentó Dooshik, llevando un trozo a su boca con una sonrisa ligera — Al menos Seunghyun trajo algo bueno.
Lo observaste mientras comía, y forzaste una pequeña sonrisa, tratando de mantener el ánimo alto por su bien.
— Come mucho, tal vez así te recuperes más rápido — le dijiste suavemente.
De repente, dejó de comer y te miró —¿Llamaste a Jooha? — preguntó de pronto.
Soltaste un suspiro largo, evitando su mirada mientras respondías.
— No quiero que se preocupe — dijiste con la voz baja — Es mejor que no lo sepa, ¿sí?
Dooshik te observó durante un segundo más antes de asentir en silencio. Tomó otro trozo de pastel, pero esta vez, lo acercó a tu boca. Dudaste un momento antes de abrir los labios, permitiéndole que te alimentara. Sin embargo, justo cuando el pastel tocó tus labios, sentiste cómo las lágrimas comenzaron a correr silenciosamente por tus mejillas.
— N-no llores — dijo Dooshik, dejando el pastel a un lado con rapidez — No lo hagas, no llores, por favor — pidió, tomando tu mano con fuerza, como si al hacerlo pudiera detener tus lágrimas.
Sacudiste la cabeza, tratando de sonreír a través del dolor, mientras que con tu mano libre intentabas limpiar las lágrimas.
— Estoy bien — murmuraste — Solo... preocúpate en recuperarte, ¿sí?
Dooshik asintió repetidamente, aunque su expresión mostraba claramente cuánto le dolía verte de esa manera. Ambos se quedaron en silencio, sus miradas encontrándose solo por unos segundos antes de que ambos desviaran la vista.
Finalmente, soltaste la mano su mano. Él no dijo nada, simplemente aceptó en silencio que aún no estabas lista para hablar de lo que había sucedido días atrás, y tampoco iba a presionarte. Ambos se quedaron ahí, en una calma silenciosa, compartiendo el peso de lo no dicho.
─ ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente? ─ preguntó con la voz ronca.
─ Casi una semana ─ respondiste, desviando la vista hacia la ventana.
