"Llevar el pasado de alguien es como caminar descalzo por un camino de espinas, pero el amor que él sentía por mí transformó cada espina en pétalos, convirtiendo mi sendero en un camino de rosas."
Escrito por | Zoy
Ilustrado por | Inking
Fanfic narr...
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Por la mañana, Dooshik había ido a una tienda de conveniencia que estaba cerca de donde se estaban quedando, había comprado algunas cosas para llenar un poco la refrigeradora y que no te hiciera falta nada a la hora de que te diera hambre. Luego, por la tarde, tuvo que irse para hablar con su jefe sobre su trabajo, pero antes de irse, se despidió llenándote la cara de besos y luego se marchó, dejándote sola en el apartamento.
Mientras paseabas por cada rincón del lugar, te imaginabas escenas románticas y también muy sexuales con Dooshik. Te pusiste roja con esos pensamientos y, al entrar al baño, decidiste darte una ducha para calmarte. Al terminar, te pusiste una de las camisas que Dooshik había dejado sobre la cama y bajaste nuevamente para tomar un cigarrillo. Esta vez, sí te lo empezaste a fumar.
Mientras disfrutabas del cigarrillo, tocaron la puerta. Fuiste a abrir, esperando que fuera tu amado, pero la persona tras la puerta te abrazó con mucha intensidad. Aquello te tomó por sorpresa, pero al ver su cabello lila, no dudaste en abrazarlo con fuerza. Jooha se puso a llorar en la puerta al tenerte entre sus brazos.
─ ¡Perdón por no cuidarte, soy un hermano terrible!
No respondiste de inmediato. Te alejaste un poco para limpiarle las lágrimas y lo jalaste de la mano para que entrara. Dani, que venía atrás, cerró la puerta y los siguió a ambos.
Al entrar al apartamento, Jooha se limpió las lágrimas mientras observaba el lugar. Le parecía un apartamento agradable en el que sin duda alguna te dejaría vivir. Dani que te estaba mirando de reojo decidió acercarse desesperadamente hacía ti.
─ ¡Lo siento! ─ alzó la voz.
Al principio te asustó, pero entendías la razón por cuál te pedía una disculpa, sonreíste y le diste unas cuantas palmaditas en el hombro, y lo miraste a los ojos.
─ Perdóname, yo también pensé mal las cosas contigo.
─ Te prometí no hacerle daño a Jooha ─ asintió con firmeza ─ Mi promesa sigue en pie, pase lo que pase.
Hiciste una pequeña reverencia, demostrándole gratitud por amar a tu hermano y por primera vez, no sentiste celos de que alguien amara a Jooha. Dani asintió levemente y aunque intentó abrazarte, prefirió alejarse.
Jooha se volteó a verte y sonrió ─ ¿Ya hablaste con Dooshik?
Asentiste ─ Sí, no le he podido pedir perdón por eso, pero... Estamos bien.
Jooha sonrió, aliviado. Les pediste que se sentaran y te dirigiste a la cocina. Al abrir la refrigeradora, viste unas latas de cerveza. Las agarraste y les diste una a cada uno. Los tres destaparon sus latas al mismo tiempo y tú alzaste la tuya.
─ ¡Salud por una nueva vida!
Los otros dos alzaron sus latas y dijeron: ─ ¡Salud!
Le dieron un sorbo y rieron juntos, sintiendo un rayo de esperanza y alivio por estar nuevamente unidos y con la posibilidad de empezar de nuevo en un lugar lejos del que era el infierno para los cuatro.
