Capítulo 22.

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Es tan dulce, saber que me amas

Después de todo el caos, Dooshik decidió llevarte al doctor para revisarte

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Después de todo el caos, Dooshik decidió llevarte al doctor para revisarte. Al llegar a la clínica, te ayudó a salir del auto y te guió con cuidado hacia la sala de emergencias.

El doctor te examinó detenidamente, observando las pequeñas lesiones en tus brazos y muñecas, producto del forcejeo para evitar las agresiones de Pilwon. Con una mirada comprensiva, el doctor se dirigió al hombre que iba conmigo.

— No hay heridas graves — le informó el doctor, con voz tranquila pero firme — Solo algunas contusiones y rasguños. Lo más importante ahora es asegurarse de que descanse y reciba el apoyo emocional que necesita.

Dooshik asintió, su rostro reflejaba una mezcla de alivio y preocupación.

— ¿Hay algo más que deba hacer por ella? — preguntó, con un tono urgente.

— Sí, asegúrate de que se mantenga en un entorno seguro y rodeada de personas que la apoyen — respondió el doctor — Si muestra signos de estrés postraumático, como pesadillas o ansiedad severa, busca ayuda profesional. Es fundamental que no se sienta sola en este proceso.

El chico agradeció al doctor y te ayudó a levantarte de la camilla. Caminaste lentamente hacia la salida, sintiendo la seguridad que te proporcionaba su presencia.

De vuelta en el auto, te acomodaste en el asiento del copiloto y, agotada, te quedaste dormida por completo. Dooshik ajustó el espejo retrovisor para poder observarte mientras conducía, su corazón estaba más aliviado al verte descansar.

Mientras el paisaje pasaba a su alrededor, Dooshik reflexionaba sobre el futuro. Pensaba en cómo sería tu vida ahora que estabas libre de las garras de Pilwon. Una nueva esperanza comenzaba a florecer en su pecho. La idea de verte feliz, sonriendo nuevamente, y sobre todo, estar a tu lado durante ese proceso, lo llenaba de una emoción profunda. A medida que avanzaba por la carretera, la determinación de protegerte y hacer todo lo posible para verte prosperar se fortalecía en su mente.

Después de un rato, por fin llegaron a un hotel. Dooshik pagó la noche y luego regresó al auto para sacarte cargada en sus brazos. Decidió cubrirte con una manta para que nadie viera que estabas cubierta de sangre. Caminó rápidamente hacia el ascensor, tratando de evitar miradas curiosas.

Al subir en el ascensor, una pareja los observó con desconfianza. Dooshik, con la camisa manchada de sangre, parecía sospechoso a sus ojos. A pesar de las miradas de juicio, él los ignoró, concentrado en llevarte a un lugar seguro.

Cuando el ascensor llegó a su piso, Dooshik salió apresuradamente. Con la llave en mano, ingresó a la habitación que le habían asignado y rápidamente subió las gradas hacia la habitación principal en el segundo nivel. Antes de dejarte en la cama, Dooshik te quitó toda la ropa ensangrentada y la tiró al cesto de basura. Luego, te acomodó con cuidado en la cama y te cubrió con una sábana limpia. Se inclinó y te dejó un suave beso en la frente.

Camino De Espinas | Kang DooshikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora