"Llevar el pasado de alguien es como caminar descalzo por un camino de espinas, pero el amor que él sentía por mí transformó cada espina en pétalos, convirtiendo mi sendero en un camino de rosas."
Escrito por | Zoy
Ilustrado por | Inking
Fanfic narr...
Encontré una chica hermosa y dulce. Oh, nunca supe que eras quien esperaba por mí
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Dooshik despertó con los primeros rayos del sol filtrándose a través de la ventana. Miró a su lado y te vio durmiendo cómodamente abrazada a su brazo, una sonrisa de ternura apareció en sus labios y no dudo en sentir esas dichosas mariposas en su estómago. Se quedó quito, mirándote mientras seguías durmiendo observando cada detalle de ti: las curvas de tus pestañas, la forma en que tus labios se entreabrían ligeramente, y cómo un mechón de cabello caía sobre tu frente. En ese momento, todo parecía perfecto, un pequeño refugio de calma para él.
El chico sintió una oleada de ternura y amor mientras te seguía mirando. Después de un rato decidió levantarse sin hacer ruido para no despertarte. Se dirigió a la cocina, decidido a preparar el desayuno. Mientras encendía la cafetera, su mente seguía llena de pensamientos sobre ti y la serenidad que le traías a su vida.
Decidido a hacer algo bonito, Dooshik seleccionó cuidadosamente los ingredientes para preparar un desayuno especial. Sacó los huevos, la leche, y algunas frutas frescas. Mientras batía los huevos para hacer una tortilla, su mente seguía volviendo a la imagen de ti y tu carita llena de paz mientras dormías.
Calentó una sartén y vertió la mezcla, añadiendo un poco de queso y algunas hierbas aromáticas. Mientras la tortilla se cocinaba, cortó algunas fresas y kiwis, disponiéndolos en un plato de manera artística. Preparó también una taza de café y le agregó leche.
Con el desayuno listo, Dooshik colocó todo en una bandeja, añadiendo una pequeña flor que había arrancado de una de las macetas que tenías en el balcón. Con cuidado, llevó la bandeja hasta la habitación, procurando no hacer ruido.
Al entrar, vio que seguías durmiendo, su expresión de ternura se hizo presente al ver como abrazabas una almohada con fuerza. Se acercó despacio y colocó la bandeja sobre la mesita de noche. Luego, se sentó suavemente en el borde de la cama y te dio un suave beso en la frente. Comenzaste a despertar, abriendo los ojos lentamente. Al ver a Dooshik y el desayuno que había preparado, una sonrisa se dibujó en tu rostro.
─ Buenos días, mi niña ─ dijo Dooshik con una voz suave ─ Te he preparado el desayuno.
Aún adormilada le devolviste la sonrisa y te sentaste de a poco, pero te quejaste por el dolor y Dooshik soltó una risita. Le diste un pequeño golpe y entre risas el chico sintió que su corazón se llenaba de una felicidad sencilla y pura.
─ Que detalle tan lindo, gracias ─ respondiste tomando la taza de café y dándole un sorbo.
Dooshik te miró con ternura, notando el leve rubor en tus mejillas.
─ ¿Cómo te sientes? ─ preguntó con suavidad ─ Después de lo que hicimos anoche, quiero asegurarme de que estás bien.
Sonreíste, dejando la taza de café a un lado y tomando un pedazo de la tortilla con el tenedor.
