"Llevar el pasado de alguien es como caminar descalzo por un camino de espinas, pero el amor que él sentía por mí transformó cada espina en pétalos, convirtiendo mi sendero en un camino de rosas."
Escrito por | Zoy
Ilustrado por | Inking
Fanfic narr...
No hables. Sé lo que quieres decir, así que, por favor, no me expliques más, no me lo digas porque duele
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Jooha y tú cerraron el restaurante luego de haber cumplido con las órdenes de Pilwon, tu hermano te ayudo a bajar las pequeñas gradas ya que estabas toda adolorida. Te quejaste al bajar los escalones y Jooha intentó ignorar aquellos sonidos, odiaba verte mal y aunque quisiera hacer algo, no podía simplemente solo actuar y listo.
Ambos sentieron el aire fresco de la noche mientras caminaban hacia el apartamento de Jooha. Las calles estaban tranquilas y el silencio solo era interrumpido por el sonido de sus pasos y alguna conversación lejana.
Llegaron al edificio y subieron las escaleras, agotados pero aliviados de estar casi en casa. Al abrir la puerta del apartamento, una cálida luz y el aroma tentador de la comida los recibió. Entraron y allí estaba Dani, concentrado en la cocina, preparando la cena con una sonrisa en su rostro. El cansancio del día pareció disiparse un poco al ver la escena acogedora que los esperaba con aquel chico.
─ Huele muy bien ─ comentaste con una sonrisa débil.
─ Lo mejor para los cansados ─ bromeó acercándose a Jooha para darle un beso en la frente a ─ ¿Todo bien? ─ le preguntó.
─ Sí, estamos bien.
Respondió el pelilila intentando olvidar lo que hace un rato habían hecho, te miró y desviaste la mirada a otro lado. Dani indicó que fueran a sentarse al sofá y eso hicieron, él comenzó a servir los platos con esmero y luego fue a la sala con una bandeja en las manos, y dándoles sus platos a cada uno. Mientras regresaba a la cocina por las bebes, te pusiste a buscar alguna película para ver, la luz tenue de la pantalla iluminaba la habitación, creando un atmósfera relajante.
Dani volvió dándoles sus bebidas y así se sentó al lado de su novio. Mientras la película avanzaba, notaste que Dani te miraba de reojo, un poco incómodo. Mantuvo su mirada unos segundos más de lo habitual antes de apartarla, tratando de concentrarse en la película, pero no lo logró y regreso su mirada a ti, llevándose la sorpresa de que lo estabas mirando. Le dirigiste una sonrisa tranquila, transmitiéndole que no se sintiera así por tu presencia.
Tu gesto pareció relajar a Dani, quien respondió con una sonrisa tímida antes de volver su atención a la película. Continuaron comiendo en silencio, sintiendo una mezcla de confort en aquella noche compartida.
Mientras la película avanzaba, el sonido de los diálogos y la música llenaban la habitación. De repente, Dani rompió el silencio con una pregunta: — ¿Qué paso con aquel chico? ¿Lo haz visto?
Tomaste un sorbo de tu bebida y negando con la cabeza: — No, no lo he visto —respondiste con una ligera tristeza — La verdad, lo echo mucho de menos.
Jooha, sentado al otro lado del sofá, se tensó visiblemente al escuchar el nombre de Dooshik y la confusión que hiciste. Intentó concentrarse en la película, pero no pudo evitar que una sombra de molestia cruzara su rostro.
